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María José Lubertino: “Creí que en democracia no iba a haber gobierno peor que el de Menem, pero el de Macri lo superó”

Por Redacción

22 de Junio de 2019 18:44


La Dirigente de la Red de Defensoras del Ambiente y el Buen Vivir y Presidenta de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos pasó por el Íntimo donde habló de su vida, el feminismo, el contexto político nacional y mucho más

María José Lubertino recibió a Diagonales en su casa y no esquivó las preguntas que habitualmente se deslizan en la sección Íntimo de todos los domingos. Infancia, militancia acción que inició durante su carrera de abogacía en la Universidad Católica Argentina y que luego la unió con el radicalismo-, fueron los primeros temas que tocó en la nota.

Además, la ex presidenta del INADI, valoró los movimientos feministas que se viven en la actualidad, pero manifestó que en las listas electorales aún no se le da el lugar que se merece la mujer. “Todavía no logramos que haya cantidad iguales de mujeres intendentas que varones”, declaró.

A la hora de hablar del contexto político pre-elecciones que se vive, Lubertino manifestó que el gobierno de Macri superó al neoliberalismo de Menem e invitó a reflexionar a la sociedad: “todos tenemos que pensar que es alarmante que continúe este Gobierno”.

Mirá la entrevista completa:

Al nombrarte dos pasajes de la vida como la infancia y la adolescencia. ¿Qué es lo primero que se te viene a la memoria?

-Mi infancia en la calle Callao. Me críe en el laboratorio de análisis de mi papá, porque él era un trabajólico total, inmigrante italiano que vino con una mano adelante y otra atrás; era el más chico de una familia de tanos inmigrantes. Allí desarrollé mi infancia, entre tubos de ensayo, ranas, microscopios y entre otros, esos fueron mis juegos. Me acuerdo mucho de mis primos de Ramos Mejías, que eran de una parte más humilde de la familia, pero ellos eran unos personajes.

Fui a un colegio de monjas, el Carmen, en la calle Paraguay y Callao. Tuve compañeras muy divertidas y con algunas tengo relación hasta hoy. Era una escuela de barrio, no era cheta a pesar de la zona en que estaba. En los últimos años del colegio lo conocí al Padre Carlos Mujica, porque era una institución con un compromiso muy fuerte y cuando me enganché con esas acciones vino el Golpe de Estado de 1976, justo en el último año del periodo escolar y todo cambió.

¿La militancia en qué momento aparece en tu vida?

-Yo no vengo de una familia política, mi familia más bien era de esa clase media que tenía al padre trabajando en su laboratorio, mi mamá docente, de una familia tradicional de Santiago del Estero, venida a menos en cuanto a su riqueza, pero más posicionada con su currículum. La verdad que no había una trayectoria militante, solamente un tío de San Isidro que era peronista, abogado, que siempre que íbamos a la casa en los años 70 me hablaba. Fue la única persona política que resonaba en la familia. Pero con el correr de los años me fui metiendo.

“Yo no vengo de una familia política. Con el correr de los años de a poco yo me fui metiendo”.

Yo estudié en la Universidad Católica Argentina (UCA), llegué ahí porque mi vieja era muy católica y porque mi novio de ese momento era de la UBA y transcurría su carrera sin clases, con amenazas de bombas. Nunca pagué en la UCA, siempre fui becada. Mi vida militando arrancó estudiantilmente, era la candidata al Centro de Estudiantes, en un momento donde no había en la universidad pública estos espacios de debate. En ese momento, en la UCA yo bien no entendía lo que pasaba, pero había más peronistas de derecha, estaba Urtubey, el que ahora es Senador; liberales de Martínez de Hoz y yo representaba a la clase media desinformada e intuitivamente iba tomando decisiones, pero que no venía de un interés creado.

“Mi vida militando arrancó estudiantilmente”.

La primera vez que yo voy a una marcha fue con mis compañeros peronistas, el 30 de marzo del ‘82, la famosa marcha de la CGT, que nos terminaron corriendo de la plaza. El segundo acto fue en la UCA cuando yo me manifiesto en desacuerdo de la de guerra de Malvinas en un acto, eso fue un escándalo que me costó que todos los de derecha se pusieran de acuerdo en contra mía. Ahí fue donde sufrí los primeros hechos de discriminación de género. Con los años, a mí me atrapó Alfonsín. Yo arranqué en un comité de barrio en Lavalle y Paraná, con la militancia por Raúl, cuando pensamos que él no iba a ganar. Ahí arrancó mi militancia pura, en la Juventud Radical desde los barrios, siempre fui de territorio, no de la UBA digamos, no de la Universidad.

¿Cómo ves en el rol de la mujer en política?

-En primer lugar, mi militancia feminista arranca en esos primeros años de la década del ‘80. Yo siempre creí que éramos iguales, pero me hicieron una campaña dura cuando fui candidata a presidenta del Centro de Estudiantes de la UCA, injuriándome en mi condición de género por mil aspectos, yo era una nena y no me daba cuenta lo que estaba pasando. Después en los primeros años de militancia en el radicalismo, construimos la Asociación de Mujeres Jovenes en el año 90, que era una organización trasversal, se puede decir que fuimos las primeras sororas porque realmente nos discriminaban. Ahí empezamos a luchar por el cupo femenino, luego trabajamos en el Instituto Social y Político de la Mujer, pero 1990 hubo un Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en San Bernardo y armamos la Red de Feministas Políticas. Yo era la más chica, era como la revolución de los pañuelos ahora, pero en esa época éramos cinco, ahora son millones.

“En estas elecciones en las listas nacionales va a haber paridad, pero todavía no logramos que haya cantidad  iguales de mujeres intendentas que varones”.

Fuente: diagonales.com

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