Atentado/Embajada. Familiares de víctimas y sobrevivientes organizaron un emotivo acto en la plaza
“Pasaron días, meses, años y sabemos lo mismo que al principio; todavía queremos saber quiénes fueron los responsables materiales y políticos, quiénes decidieron hacer estallar esta casona sin importarles la muerte de todos nosotros”, reclamó Jorge Cohen, quien en ese momento era jefe de prensa de la representación diplomática, ante un centenar de personas.
En el momento exacto de cumplirse el 23er aniversario del atentado a la Embajada de Israel en la Argentina, a las 14.47 hs., familiares de víctimas y sobrevivientes realizaron un emotivo acto en la plaza seca que ocupa el lugar del edificio siniestrado el 17 de marzo de 1992, ante un centenar de personas.
Hoy a las 20 hs, en el mismo lugar, será el acto de la juventud y mañana, desde las 14, el evento central, con la presencia del ministro de Agricultura y desarrollo Rural israelí, Iair Shamir.
Luego de guardar un minuto de silencio en homenaje a los 22 fallecidos se dio lectura a la nómina de sus nombres y se colocaron dos ofrendas florales al pie de la placa donde los mismos están inscriptos y ya se encontraba otra del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.
“Tengo más preguntas que respuestas: ¿qué palabra alude a lo que nos sucedió el 17 de marzo? Impunidad es la palabra que se me ocurre, y también dolor”, y ambos son marcas que “puede decirse que se modelaron juntos como una sola roca”, comenzó sus palabras Jorge Cohen, quien al momento del atentado era el jefe de prensa de la representación diplomática.
“¿Son invisibles los que planearon la masacre de la Embajada y quienes la ejecutaron?”, agregó.
“Hace unos años decidí que era tiempo de dar el paso de dejar de ser una víctima para ser un testigo; entendí que es uno el que tiene que dar un testimonio para mantener viva la memoria”, ya que “los muertos no pueden” hacerlo, diferenció el sobreviviente.
“La víctima es una imagen congelada de sufrimiento que se encuentra encerrada en un pozo, sin encontrar la salida, en un círculo vicioso que se retroalimenta; ser testigo es un paso adelante: me permitió salir de la trampa y caminar, me hice cargo de lo que pasó…”, contó.
“Pasaron días, meses, años y sabemos lo mismo que al principio; todavía queremos saber quiénes fueron los responsables materiales y políticos, quiénes decidieron hacer estallar esta casona sin importarles la muerte de todos nosotros”, reclamó Cohen.
A continuación, sumamente emocionado y sostenido sobre el hombro de su hija, relató lo que le ocurrió aquel 17 de marzo de 1992; cómo pudo salir de los escombros, golpeado y lleno de sangre; su traslado en ambulancia a un hospital; el abrazo que recibió, casi inconsciente, de su padre; y también se refirió a quienes ese día perdieron la vida y a sobrevivientes, a quienes recuerda como si lo ocurrido hubiese sido ayer.
Cohen tuvo conceptos muy especiales para Carlos Susevich, el padre de Liliana Graciela Levinson, quien los “apuntaló y llevó adelante a los familiares, que el 18 de marzo cumple 91 años y fue quien inició el reclamo por la justicia y la memoria”, y para León Wasserman, “quien dejó una parte de su salud para que no hubiera olvido y esta plaza pudiera ser posible; sin él, hoy aquí habría un apart hotel y no este lugar de testimonio” en Buenos Aires.
“Tengo una obligación moral y espiritual para estar aquí: ese trágico día me estaban haciendo un reportaje cuando ocurrió el atentado, me vine para aquí y lo encontré al embajador (Itzjak Shefi), con quien tenía una excelente relación; por lo tanto, no voy a dejar de estar aquí, como lo hecho siempre, en los actos conmemorativos de este atentado, como también en el de la AMIA, que espero que se puedan esclarecer”, aseguró el ex gobernador y senador correntino José Antonio Romero Feris a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
“Estoy acá como hace 23 años, como todos los años, acompañando a los familiares de las víctimas y a los sobrevivientes, y el de hoy ha sido un acto particularmente emotivo porque es el de los íntimos; hoy no hubo cuestiones políticas ni protocolo, fue la intimidad del dolor de los que verdaderamente y en gran soledad siguen peleando por la causa”, destacó a AJN la ex titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo María José Lubertino.
“He tenido la oportunidad de hablar con los dos abogados de la querella (Rita Jana e Ignacio Irurzun) sobre algo que me intrigaba bastante luego del intercambio entre la Presidenta de la Nación y el titular de la Corte Suprema: quería saber, en contacto directo con los abogados, cuál era la situación y me acaban de ratificar que si bien entraron a la causa 14 años después del atentado, ella está viva y, fundamentalmente, es imprescriptible”, rescató.
“Lo más importante es que le digamos ‘no’ al terrorismo, la violencia y la impunidad, que esto no caiga en el olvido y estemos siempre presentes junto a los familiares de las víctimas y los sobrevivientes de la Embajada y la AMIA”, finalizó la ex funcionaria.
Por su parte, Irurzun se excusó de hacer declaraciones para “evitar que se pueda politizar el caso” o que “pueda ser tomada como la respuesta de la gente” que representa.
Entre los presentes también se encontraba Jorge Telerman, titular del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y ex jefe de gobierno porteño.