Bicentenario y Discriminación
Es hora de que ganemos todos y todas
Por María José Lubertino*
Todo proceso histórico debe ser mirado en perspectiva, desde nuestra visión de hoy entendemos que la Revolución de Mayo de 1810 fue una revolución de varones blancos. Eran heterosexuales pertenecientes a clases altas y medias acomodadas. Más tarde, en el primer Centenario celebrado en 1910, la conmemoración fue un episodio contradictorio, donde se puso a la infanta Isabel de Borbón, representante de la corona española, en el centro de la escena, concretándose un festejo montado por la oligarquía y rescatando la tradición hispanista, donde nos traía como centro de festejo a la monarquía española, sin quebrarse la lógica de un país para unos pocos.
El Bicentenario es disparador de debates y nuevas visiones. La independencia en sí misma a lo largo de la historia, en la enseñanza de la escuela, creo que no fue puesta en su total dimensión. Porque había intereses contradictorios, entre los patriotas y la Corona de España, que muchas veces nos son enseñados en los libros escolares. También, otro hecho curioso es que algunos querían una monarquía indígena hasta ideas más cercanas a la Revolución Francesa. Lo que si estamos seguros de que esos días de mayo fueron una usina de reflexiones y pensamientos.
Hay que rescatar también la otra historia, sobretodo para los que somos cultores de la diversidad, nos importa la historia de los afros, los pueblos originarios, historias conflictivas que no se pueden leer con los ojos de los derechos humanos del siglo XX. Asimismo, no hay que pensar que todo empezó en la Revolución de Mayo, porque esa revolución excluía a los indígenas, a los afros y a las mujeres. Esa época significó la conformación de la Patria que corrió a la colonia española, pero también fueron varones blancos, de clases medias acomodadas de la Ciudad de Buenos Aires, que excluían muchos otros grupos diversos.
Ahora hay una historia que hemos ido construyendo desde la consolidación de la Democracia en 1983 donde el protagonismo de otros movimientos sociales le han dado un color diverso a estos últimos años de historia en Argentina. En este Bicentenario, si bien nuestra historia tiene grandes avances en lo que respecta a igualdad de derechos para todos y todas, son aún innumerables los desafíos que se nos presentan, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires en cuanto a lograr los mismos derechos para mujeres y varones. A pesar de que sancionamos la Constitución de la Ciudad en 1996 -que tiene un extenso capítulo sobre igualdad entre varones y mujeres- y de la Ley N° 474 de Plan de Igualdad Real de Oportunidades y de Trato entre Mujeres y Varones, hoy el gobierno de Macri sigue reforzando la discriminación hacia las mujeres en múltiples aspectos.
Es necesario incorporar, en este Bicentenario de nuestra independencia, la perspectiva de las mujeres en las políticas públicas de la ciudad, en temas esenciales como la formulación participativa del presupuesto y el planeamiento urbano, por eso presenté un proyecto de Ley de Presupuesto participativo con perspectiva de género. Además, desde la Comisión de Igualdad que presido, estamos trabajando para crear un observatorio sobre las desigualdades en la Ciudad de Buenos Aires y generaremos un debate participativo para ver desde cada área de políticas publicas de la ciudad, cuáles son los impactos diferenciados de esas políticas entre varones y mujeres. Asimismo, observaremos cuáles deberían ser las políticas de remediación de esas políticas inequitativas, sobretodo en materia de transporte, vivienda, trabajo y salud que es donde más existen diferencias, lo cual genera situaciones de stress y de violencia en las mujeres.
Hoy empieza otra historia, es hora de que ganemos todos y todas.
*Legisladora-CABA – Presidenta de la Comisión de Igualdad Real de Trato entre Varones y Mujeres de la Legislatura porteña