¿Chicanas o soluciones? – La Política Online – 9 de octubre
Siempre es una celebración de la democracia un debate presidencial. Sin dudas para las feministas que haya dos mujeres sobre cinco candidatos es un logro y que una de las candidatas sea una feminista consecuente con nuestras ideas es una gran alegría.
Sin embargo, nos quedamos con sabor a poco. Ningún planteo estratégico de alto vuelo ni debates de aquellos que aportan ideas y utopías que enamoran.
Cabe profundizar sobre los contenidos y propuestas y confrontarlos con las trayectorias y las realidades. En primer lugar es importante la experiencia para un cargo de tal envergadura. Massa es el único que tiene gestión ejecutiva actual a nivel nacional y que tuvo experiencia ejecutiva local. Bullrich la tuvo en los gobiernos de De la Rúa y el de Macri, con finales poco felices en ambos casos. Schiaretti es actualmente gobernador. Los otros dos solo tiene experiencia parlamentaria.
En materia de seguridad coincidimos con las propuestas de Massa de sacar las armas de la calle, con las de policías de proximidad y la de botón de pánico gratuito en la app del celular. Hace años que venimos realizando propuestas en este sentido. Subieron entre un 12 y un 15% las muertes violentas a causa de la portación de armas ilegal y legal. Así el aumento de los femicidios a manos de fuerzas de seguridad.
Las réplicas de Bregman y Massa a Bullrich en materia de seguridad fueron imbatibles. Bregman demostró como todos los que propusieron la «mano dura» fracasaron: los cambios legislativos que aumentaron las penas provocaron una «inflación penal» y en una década generaron el incremento de la población carcelaria en un 97%. Massa recordó que Bullrich eliminó los inhibidores de celulares de las cárceles cuando fue Ministra de Seguridad, y además ese ministerio durante su gestión estuvo involucrado en muertes sospechosas como la de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y el homicidio cometido por Chocobar.
«Bajar la edad de imputablidad» es una muletilla simplificadora de la derecha pero lo real es que necesitamos un Fuero Penal juvenil conforme las recomendaciones de los organismos internacionales de derechos humanos para que también tengan derechos los niños/as que cometen ilícitos y los que son víctimas y para darle herramientas a los jueces que ahora no tienen.
En el eje de producción y trabajo, Massa dio garantías de seguir mejorando los derechos de los/as trabajadores/as con paritarias libres y su apoyo a las pymes. Hizo hincapié en la eliminación del Impuesto a las Ganancias a 2 millones de trabajadores/as, la devolución del IVA a más de 16 millones de personas, le eliminación de retenciones a las economías regionales, el programa de incremento exportador, la quita de cargas sociales para los nuevos empleos de las pymes y la simplificación tributaria. Se comprometió con la igualdad salarial entre mujeres y varones. Por fin un candidato a presidente escucha la demanda de las personas con discapacidad, que habíamos enviado como proyecto de ley desde el Observatorio de derechos de las PcD en el 2016 para que el trabajo remunerado formal no sea incompatible con la pensión por discapacidad. En este eje, Bregman propuso la reducción de la jornada laboral para crear empleo genuino para todos y desenmascaró las propuestas de precarización de Milei bajo su seductor palabrerío economicista. Schiaretti, como en todos los temas, exhibió su gestión de gobierno en Córdoba en apoyo a las pymes. Bullrich parecía desconocer el programa Previaje – lo confundió con un programa de la provincia de Buenos Aires de viajes para los estudiantes secundarios-. Ignora tal vez que gracias a él la industria turística genera más empleos que nunca en la historia argentina.
En el eje temático elegido por la ciudadanía sobre Desarrollo humano, Vivienda y Ambiente se destacaron las propuestas de Massa en materia de acceso a la vivienda y la coherencia de Bregman en cuestionar el modelo extractivista, acompañar las demandas sociales de justicia ecológica y exigir la sanción de la postergada ley de humedales. La aclaración de Milei sobre cambio climático ante la acusación de negacionismo que le hizo Bregman y su respuesta frente a la pregunta de Schiaretti sobre la adhesión al Acuerdo de París y la Agenda 2030, oscurecieron aun más un panorama que ya era sombrio desde que justificó contaminar los ríos para producir.
En las PASO el electorado se dividía en tercios en relación a los/a candidatos/a con más probabilidad de resultar electos. El debate reciente seguramente ayuda a quienes definen su voto en las últimas instancias aunque no aportó demasiadas novedades ni sorpresas. Mucha gente pudo conocer a Schiaretti y prestó atención a Bregman, que aunque presentaron varias propuestas interesantes y sólidas convicciones no lograrán alcanzar la presidencia.
Milei y Bullrich pelearon para ver quien es más duro. Sin embargo predominaron en ellos las agresiones y chicanas hasta el punto de la grosería o la ordinariez. La ciudadanía quiere soluciones. Ni chicanas ni peleas. Veremos en la recta final quien queda en el ballotage con Massa.
Sin dudas Massa y Bregman van con energía y solidez en la dirección de construir futuro. Quien aparece con más chances y preparado para gobernar es Sergio Massa, que además de recibir el reconocimiento de haber tomado el toro por las astas en el último tramo del actual gobierno, acumulará los votos en defensa propia de quienes no votaron en las PASO o quienes ahora están recapacitando sobre su voto en defensa del trabajo digno, la educación y la salud públicas, la ciencia y la necesidad de un Estado presente.
Massa habló de un gobierno de unidad nacional. Esperamos que esa unidad incluya el compromiso de un gabinete paritario (un gabinete con 50% de mujeres y feministas), porque para ganar necesita de nuestra fuerza mayoritaria. Esperamos que en esa unidad convoque a personas y colectivos del campo popular y que nos escuche con atención a los ecologistas y tome muy valiosas ideas de la izquierda porque los cambios que hacen falta en el mundo entero vienen desde abajo y van en esa dirección.
Proponemos que se comprometa en el marco de esa unidad con una democracia más participativa, donde use el instrumento de la consulta popular, tenga en cuenta y cumpla lo expresado por la ciudadanía en las audiencias públicas e innove en materia de elaboración participativa de leyes, políticas públicas y presupuesto. Estas medidas dotarán a su gobierno de mayor legitimidad y una base de sustentación más amplia para los cambios que hacen falta.