Teatro de la Ribera: una refacción envuelta en la polémica
En Diario Z
En el teatro de La Boca se encaran obras de remodelación que han generado cruces sobre su alcance, al plantearse una “demolición parcial” desde el gobierno porteño.
Ubicado en el bario de La Boca, el Teatro de la Ribera forma parte del Complejo Teatral de Buenos Aires, el ente que grupa a las salas públicas de la ciudad (junto al San Martín, el Presidente Alvear, el Regio y el Sarmiento). La sala teatral por excelencia de la zona sur de la Capital vio la luz en 1971 en la Vuelta de la Rocha. Desde entonces ha ocupado el inmueble de la avenida Pedro de Mendoza 1821.
Ciertas luces de alarma se encendieron a fines del año pasado respecto del proyecto de refacción para la sala, que alberga 643 butacas (platea alta y platea baja), y que posee un escenario de 14 metros de profundidad y 11 de embocadura; a lo que hay que sumar los ochos murales realizados por Benito Quinquela Martín, el pintor emblemático del barrio, en los que se refleja la vida de La Boca.
El pasado mes de noviembre, el Boletín Oficial de la Ciudad notificaba sobre “el proyecto de puesta en valor, modificación con demolición parcial para el Teatro de la Ribera”, según se ve en el primer artículo de la Disposición 2047, con la firma del Director General De Interpretación Urbanística, dependiente del Ministerio de Desarrollo Urbano.
En particular, la “demolición parcial” esgrimida por el gobierno es lo que generó resquemores, dado que podría correr peligro el conjunto de los murales de Quinquela Martín. “Hablamos con personal del teatro y con su directora y a ciencia cierta nadie sabe cuáles son las refacciones que se harán, que tenían fecha para enero”, explicó María José Lubertino, ex legisladora porteño, quien recorrió hace unas semanas el lugar para interiorizarse.
Desde el Complejo Teatral afirman hoy que la idea es “crear un espacio adecuado para el funcionamiento de la futura Escuela de Técnicos del Teatro San Martín”, a funcionar en La Boca y a la que califican como “la primera Escuela de Artes y Oficios Teatrales de Latinoamérica”. De allí, afirman, “la puesta en valor y el acondicionamiento edilicio” en el Teatro de la Ribera; y que convivan tanto la programación del lugar como la escuela.
Según cuentan en el ente, las tareas de refacción llevarán unos diez medes y dicen que el proyecto global fue declarado de interés cultural por el Régimen de Promoción Cultural de la Ciudad.
De acuerdo a esto, las obras en el inmueble abarcan cinco ítems:
1) Acondicionamiento y puesta en valor de fachada, hall y sala;
2) Construcción de tres aulas polivalentes de usos múltiples con
sus respectivas instalaciones;
3) Impermeabilización de terraza y medianeras;
4) Construcción de un baño y colocación de un ascensor hidráulico
para personas con movilidad reducida;
5) Reacondicionamiento del aire acondicionado en la planta alta.
Con todo, la polémica está servida, habida cuenta los plazos y costos en torno a las obras en el Teatro Colón, culminadas en 2010 cuando la idea era volver a tenerlo a punto en 2008, año de su centenario; lo cual no despertaría buenos augurios como antecedente más próximo.
A fines de 2009 el Teatro de la Ribera pasó a ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, según decisión del Comité Intergubernamental de la UNESCO, elemento nada menos a la hora de considerar cualquier tipo de arreglo que pudiera alterar drásticamente su fisonomía.