Un cambio cultural para lograr la reducción de residuos
14/03/10. Después de dos años de gestión del macrismo, q ue son dos años de incumplimiento reiterado y sistemático de la Ley de Basura Cero, hoy el ministro de Espacio Público porteño, Diego Santilli, parece desayunarse con el problema y advierte la cuenta regresiva de 36 meses para el colapso del Ceamse. El Ministro abre el paragua a la problación de este colapso. Recién ahora el funcionario macrista comienza a estudiar la salida para la problemática con alternativas vigentes en otras partes del mundo, como si la historia empezara hoy. Más allá de las tecnologías, de sus costos y de la oportunidad de nuevos buenos negocios para otros contratistas, la cuestión central es el cambio cultural que implica la reducción de la generación de residuos y el combate a un estilo de consumo dispendioso. Vamos a colaborar sugiriendo desde la Comisión de Ecología, las medidas imprescindibles que el gobierno debe adoptar para reducir el problema.
En primer lugar si no se colocan -lo hemos reiterado cientos de veces- los contenedores diferenciados en todos los barrios, cualquier tipo de separación en origen a realizarse en la casa es absolutamente inútil. Segundo: hay que negociar con los grandes generadores de basura, básicamente los shopings y las empresas que producen envoltorios, cajas, etc. para que eliminen todo papel, bolsa, caja innecesaria, además de la reconversion de algunas de estas empresas que generan basura.
Asimismo, se debe revisar la situación de los mal llamados «cartoneros», o «recolectores de residuos secos», ya que no pueden tener las actuales condiciones indignas de trabajo y la diferencia de situación laboral con los empeados de empresas de recolección de residuos húmedos. Mantener criterios diferenciados para trabajadores que hacen el mismo tipo de tarea es inhumano y también es parte de que continúe la falta de higiene en la ciudad.