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Gladys González, candidata de Cambiemos, permite descargar en el Riachuelo contaminantes prohibidos hace 40 años

28 de junio de 2017 // En Gente BA //

«La titular de ACUMAR lo habilitó con una resolución en marzo de este año y aún no la ha corregido», según sostuvo la Directora de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos (ACDH), María José Lubertino.

“Es un acto de caradurez que González haga campaña con el Riachuelo, un tema tan sensible para las poblaciones damnificadas y nunca reparadas en el daño ambiental que han sufrido en tantos años, cuando aún no hemos logrado que corrija la vergonzosa resolución que emitió el organismo”, expresó María José Lubertino, Directora de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos (ACDH), una de las ONGs que integra el Cuerpo Colegiado que controla el saneamiento del de la cuenca. Lo dijo en referencia a la decisión de la titular de ACUMAR y candidata ya confirmada de Cambiemos para senadora nacional por la Provincia de Buenos Aires, Gladys González, de no modificar la resolución 46/2017 en la cual el organismo habilitó a las empresas que trabajan en el margen de la cuenca a volcar nueve químicos contaminantes prohibidos hace 40 años.

Desde el 23 de marzo de este año, día en que se publicó la resolución cuestionada, las organizaciones que componen el Cuerpo Colegiado de seguimiento de la Causa Mendoza, al cual la Corte Suprema de Justicia de la Nación le encargó controlar las obras de limpieza de la Cuenca Matanza-Riachuelo, le han solicitado a ACUMAR que corrija su contenido. En el texto de esta disposición, el organismo dirigido por González permite el volcado de nueve químicos (aldrin, clordano, DDT, dieldrin, endosulfan, endrin, heptacloro, lindano y paration) cuya prohibición data de 40 años atrás y que fue ratificada en 2013 por un informe del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Por esta razón, el Cuerpo Colegiado presentará una nueva nota frente a González para pedirle una vez más que modifique esta resolución.

Desde el Cuerpo Colegiado también expusieron una serie de críticas sobre la gestión del organismo. “ACUMAR no ha podido cumplir con los objetivos de coordinación y articulación de políticas y acciones ni tampoco desplegar el conjunto de facultades dispuestas por la Ley 26.168 (legislación que creó el organismo)”, sostuvieron. Según explicaron, ACUMAR “opera sobre las consecuencias y no sobre las causas estructurales que reproducen la situación de precariedad en la que se encuentra la cuenca”. En este sentido, explicaron que “no se explicitan diagnósticos sobre el estado ambiental de la cuenca, sus dinámicas sociales, productivas y naturales, el riesgo ambiental al que se encuentra expuesta la población, los daños ya producidos en la salud y las limitaciones u obstáculos que se presentan en cada uno de estos campos”.

Lubertino denunció, además, la crisis del organismo encargado de la limpieza de la cuenca que se agravaría tras la probable salida de Gladys González para hacer campaña en territorio bonaerense. “Hubo tres cambios de presidente en un año y quien ocupa el cargo hoy, Gladys González, ya es candidata para las elecciones legislativas mientras está desempeñando esta tarea para el que fue designada hace pocos meses”, señaló.

A comienzos de 2016, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman, designó a Amílcar López como titular de ACUMAR. Un mes después de su asunción, López presentó su renuncia acusando «la falta de definiciones de personas y políticas». Tras su salida, Bergman nombró, en febrero de 2016, a Julio Torti como representante del Poder Ejecutivo en el ente. Torti abandonó ACUMAR en diciembre y a comienzos de 2017 fue designada Gladys González.

Ya desde el momento de su nombramiento, varios sectores políticos habían cuestionado a Gladys González por ocupar en simultáneo la presidencia de ACUMAR, la banca de diputada nacional y el cargo de interventora del Sindicato de Obreros Unidos (SOMU). En aquel entonces, Lubertino había plateado que “no solo es materialmente imposible desempeñar tres tareas a la vez, sino que además es una desprolijidad y una violación constitucional”. Además, había manifestado que “el saneamiento del Riachuelo requiere un trabajo de tiempo completo y una gran dedicación para revertir la desidia por lo menos de este último año que quedó manifiesta en la última audiencia pública que tuvimos ante la Corte Suprema”.

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