Hood Robin: Los Impuestos de Macri
Por la diputada María José Lubertino
En las últimas semanas, los diputados del bloque del FPV hemos debatido en la Comisión de Presupuesto y Hacienda con el ejecutivo porteño la reformulación de la política fiscal de impuestos regresivos y poco equitativos que se ejecutan actualmente y se proyectan en el presupuesto para el año 2013.
En este sentido, proponemos la reformulación de las formas de recaudación y distribución del ingreso, con mayor justicia social con menos inequidades. Nos oponemos al sostenimiento de gravámenes que inciden sobre el patrimonio y sobre los consumos, caracterizados por su alta regresividad y presión tributaria, que afectan el bolsillo del porteño/a, con traslación directa a los precios al consumidor.
Al analizar la evolución de la estructura tributaria de la CABA en comparación a la trayectoria seguida por el Gobierno Nacional, se aprecia un marcado contraste en el esfuerzo por lograr una mayor progresividad en la recaudación. Así, mientras que en la recaudación nacional se observa un aumento del peso relativo de los impuestos progresivos de 45,6% en 2002 a 50,5% en 2011 (sobre los ingresos, la propiedad y derechos de exportación), en el caso de la CABA se observa la tendencia contraria: de 18,5% en 2007 a 14,4% en 2011.
Cabe aclarar que la reforma en el Impuesto Inmobiliario y ABL implementada por el Gobierno de la Ciudad en 2012 se refleja en un leve aumento del peso de los impuestos sobre el patrimonio. La actualización del impuesto inmobiliario resulta en principio una iniciativa que otorga progresividad al sistema tributario.
Sin embargo, la reforma impuesta por el Macrismo en este tributo no hizo énfasis en la equidad debido a dos motivos: en primero lugar, se impuso una contribución mínima de $600 anuales ($300 para el impuesto inmobiliario y $300 para el ABL), lo que significó aumentos muy elevados (superiores al 500% en algunos casos) para las propiedades de menor valor (y que por ende contribuían menos). En segundo lugar, la última reforma estableció una reducción de tramos sobre los que se aplica la alícuota, pasando de 15 a 7, junto con una reducción en la brecha existente entre la alícuota mínima y la máxima. Ambos factores restan progresividad al tributo, no habiéndose cumplido el relevamiento “casa por casa” que había sido prometido por las autoridades del Gobierno de la CABA.
De todas formas, aún con estas consideraciones, los impuestos progresivos no alcanzan el nivel de participación previo a la asunción del PRO en la gestión de Gobierno.
Estructura de la Recaudación Tributaria Nacional neta de Contribuciones a la Seguridad social – 2002 y 2011
Estructura de la Recaudación Tributaria de la CABA – 2007, 2011 y 2012
En este contexto, como diputada del FPV, introduje la necesidad de realizar modificaciones al Código Fiscal y Ley Tarifaria para el año 2013, respecto del Impuesto Inmobiliario y Patentes de Vehículos y he criticado duramente los incrementos de alícuotas en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos.
Las principales inequidades que resalto y sobre las cuales tienen óbice los proyectos presentados, se refieren al achatamiento de las escalas del Impuesto Inmobiliario (tal que p.e. una propiedad con valor fiscal significativamente menor a otra, tributa dentro de la misma escala a las mismas alícuotas), la incorporación del gravamen mínimo anual con ausencia de escalas progresivas de tasas crecientes en Patentes (tal que p.e. para automóviles de más de 13 años de antigüedad y un valor menor a $25.000 procede la exención y para motocicletas con valores menores a este monto pero con antigüedad menor a 13 años, tributan con el nuevo mínimo) y los incrementos de alícuotas al Comercialización y Prestación de Servicios, la Construcción, la industria, la actividad financiera y la telefonía celular en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos con repercusión directa en los precios al consumidor.
Por eso, frente a la inminente sanción del presupuesto 2013 y las leyes tributarias, seguimos sosteniendo nuestras posturas diferenciadas, en pos de una recaudación y distribución de ingresos más equitativa y con mayor justicia social.