El presupuesto del revés

Por qué nos oponemos al presupuesto 2013 de Macri


Por la Diputada María José Lubertino (Frente para la Victoria)

 

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó el presupuesto para el año 2013 donde confirma lo que venimos denunciando repetidamente: la ineficiencia de la gestión de Macri, reflejada en un creciente y peligroso endeudamiento, y la orientación del gasto a alimentar los fabulosos contratos de proveedores privados, como los de recolección de residuos, en desmedro del gasto social en Educación, Salud y Vivienda.

Tanto el resultado primario como el económico presentados en el Presupuesto 2013 son levemente superavitarios. No obstante, si observamos el historial reciente de resultados frente a los estimados en los últimos presupuestos, podemos esperar para este año un resultado deficitario record.

En el año 2011 se presupuestó un superávit financiero de $485 millones. La cuenta de inversión donde se registran los números finales de cada ejercicio mostró, en contraste, un déficit financiero de $862 millones. Para 2012, según las propias estimaciones presentadas en el Mensaje de Presupuesto 2013, se espera que el déficit financiero final triplique al presupuestado. Si a estos recurrentes “errores” de estimación de resultados sumamos la no incorporación de la pauta salarial para el año entrante, podemos concluir que 2013 presentará un nuevo déficit financiero por tercer año consecutivo.

Dado que los números absolutos pueden abrumar a la hora de dimensionar el problema, una medida que nos puede ayudar a cuantificar el grado de empeoramiento de la situación fiscal es la comparación del déficit financiero en relación a los recursos totales. En el año 2012 el rojo fiscal absorbe casi el 10% de los ingresos totales de la Ciudad, lo que implica un record histórico para la CABA. En el peor año de la crisis (2001) este indicador alcanzó 8,4%. Y Tampoco debemos olvidar que a la situación actual se llega en un contexto de crecimiento económico y continuos aumentos en los impuestos que deben pagar los ciudadanos.

A la situación arriba descrita debe agregársele la confirmación de la continuidad de la política de endeudamiento, que a su vez, es la que realimenta el proceso de deterioro de las cuentas públicas. En el Presupuesto 2013 se incluyen planes de nuevo endeudamiento por $914 millones. Como se detalla en la nuestras anteriores notas de opinión (ver “Cada vez más deuda para l@s porteñ@s”), este proceso de endeudamiento no sólo repercute como stock de deuda, sino que su nominación ha cambiado hasta convertirse casi exclusivamente en dólares. Mientras que en 2007 sólo el 34% de la deuda se encontraba nominada en dólares, en 2012 ese porcentaje asciende a 96%.

Nuevamente es preciso recodar que este nuevo endeudamiento ocurrirá en simultáneo a aumentos en algunos de los impuestos más importantes en la recaudación de la Ciudad. En particular, el impuesto inmobiliario/ ABL, que si bien no contempla modificaciones, aumentará debido a la actualizaciones previstas en la reformas de 2011/2012. Se estima en el presupuesto que el aumento en la tasa alcanzará 24%.

Finalmente debemos hablar de la expresión de prioridades en cuanto a los objetivos de política económica y social que propone el Gobierno del PRO en el presupuesto 2013. Como consideramos que las proyecciones de gasto plasmadas en el presupuesto 2013 se encuentran subestimadas, se realizan apreciaciones acerca de la comparación del mismo con el presentado en el presupuesto 2012.

Los únicos rubros que presentan variaciones interanuales por debajo de la variación del gasto total (24,0%) son Servicios de Deuda (8,9%) y Servicios Sociales (19,1%). Con respecto a la primera, debemos decir que en el presupuesto presentado para el año 2013 no se contemplan las obligaciones y servicios que deberán ser enfrentados por la Ciudad debido al nuevo endeudamiento votado en la Legislatura de la Ciudad a fines de septiembre del corriente, con lo cuál es esperable que esta finalidad presente una variación mayor a la prevista.

El menor crecimiento relativo observado en Servicios Sociales responde directamente al mínimo crecimiento previsto para Salud (19,8%) y Educación (15,4%) y la pronunciada caída observada en Agua Potable y Alcantarillado (-71,3%). Si indagamos respecto de las razones del menor crecimiento relativo de estas áreas, nos encontramos con un detrimento en cuanto a las partidas asignadas en Inversión Real Directa (gastos en infraestructura). Salud presupuesta una caída en su IRD del orden del 12,7%, mientras que el descenso en Educación es del 8% y del 74% en Agua Potable y Alcantarillado.

Estas políticas que vienen repitiéndose desde el inicio de la gestión tienen un correlato directo en la participación del gasto social dentro del gasto total. Este indicador nos da una idea del esfuerzo presupuestario y por ende de la importancia relativa asignada por la gestión del PRO a las mismas.

En el período 2007 – 2013 (presupuesto) la participación de los Servicios Sociales dentro del Gasto Total pierde 4,6 puntos porcentuales que se explican fundamentalmente por la disminución de la participación del gasto en Salud (-2,1 p.p) y Educación (-2,2 p.p). A favor del aumento en la participación de Administración Gubernamental (+2,7 p.p), Servicios de Seguridad (+1,6 p.p) y Deuda Pública e Intereses (+0,7 p.p).

En definitiva, el Presupuesto 2013 corrobora y ratifica el rumbo iniciado por la gestión Macrista en el año 2008. El empeoramiento de las cuentas fiscales de la Ciudad, el mayor endeudamiento y el desdén por las políticas sociales, con un particular perjuicio a la Educación y la Salud Pública.

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