Intensas jornadas de lucha contra la depredación de los espacios verdes y el patrimonio de la Ciudad
por María José Lubertino
Estas semanas de febrero quedarán grabadas en nuestra memoria como jornadas muy duras de lucha para aquellos que amamos y pregonamos la expansión y el debido cuidado de los espacios verdes y el cuidado de nuestro patrimonio. La tala de árboles que el gobierno del PRO está ejecutando en distintos puntos de la urbe, constituyen claros ejemplos del desprecio que Macri y los suyos demuestran por el medio ambiente. Tal es el caso de lo que ocurre en pleno centro de la metrópolis, donde nos quieren imponer el Metrobus, o en Villa Soldati con la Plaza Rabanal, con la tala de tipas, pimientos y otros árboles, o con el enrejamiento del Parque Centenario. Este último con represión policial incluida.
Sin embargo, luego de convocarnos junto a organizaciones ambientales y vecinos/as en la avenida 9 de Julio para exigir un freno a cualquier actividad que implique trasplante, poda o directamente remoción del arbolado para el avance en las obras del Metrobus, la Justicia dictó una medida cautelar que resuelve la suspensión de las mismas. Paralelamente, yo he presentado otro amparo en igual sentido, para garantizar que no se avance con la depredación de los espacios verdes.
El proyecto de Macri es un despropósito porque, además de la tala indiscriminada, alimenta aquello que dice combatir: en vez de mejorar la frecuencia del subte (el Metrobús compite con la Línea C) para poder eliminar el transporte de superficie, plantean esta obra.
Pero no sólo las áreas de transporte metropolitano y medio ambiente fueron objeto de la depredación de parte del oficialismo porteño: en el área de Salud, el desguace del sector público sumó un nuevo capítulo con la intención de la ministra Graciela Reybaud de cerrar el servicio de Neurocirugía del Hospital Santa Lucía. El mismo, que está hace 80 años allí y goza de prestigio a nivel internacional, es motivo de orgullo no sólo para los porteños sino para todos los argentinos. Tras el abrazo simbólico junto a profesionales y vecinos/as, las autoridades se comprometieron a reabrir el servicio.
Otro caso más de la desidia oficial se observa en la realidad del ZOO: la empresa concesionaria, desde que reasumió el 1ro. de enero pasado, por disposición del gobierno de Mauricio Macri, no ha presentado plan alguno de restauración de patrimonio histórico ni tampoco nada que tenga que ver con el cuidado de los animales.
Hoy más que nunca debemos decirle NO al modelo que nos intenta imponer Mauricio Macri desde todos los escenarios que nos sea posible. Tengo un compromiso asumido con los porteños y las porteñas y permanecerá inalterable. Tengan la plena seguridad de ello.