Marcha por Ismael Sosa: “A mi hijo lo mataron, no se ahogó”
Las últimas personas que vieron a Ismael Sosa, el chico de 24 años que apareció flotando en el Río Embalse de Córdoba, aseguran que la policía lo pateó en el piso y se lo llevó a la rastra antes de un recital de La Renga. Familiares, seguidores de la banda, y organizaciones sociales reclamaron justicia en el centro porteño.
Frente al obelisco el canto triste y célebre del gatillo fácil se reversionó otra vez: “Yo sabía, yo sabía, que a Ismael lo mató la policía”. Ismael Sosa tenía de 24 años y estuvo seis días desaparecido. El lunes lo encontraron flotando en el Río Embalse de Córdoba y el viernes le confirmaron a la familia que era él por la prueba de las huellas dactilares. Los últimos que lo vieron aseguran que la policía lo pateó en el piso y se lo llevó a la rastra, y que no fue el único al que agredieron esa noche. Familiares, seguidores del grupo La Renga y organizaciones sociales reclamaron justicia en el centro porteño. La mamá de Ismael, Nancy Sosa, relató lo que sabía frente a los medios:
-Cuando mi hijo se perdió en el primer control antes de entrar al recital, lo buscó la novia y no lo encontró. Entonces fue a la comisaría, lo buscó y se tuvo que venir. Llamamos a las comisarías, bomberos, hospitales y nadie sabía nada. Enseguida subimos las fotos de él y se sumaron muchas personas y testigos, que hoy quieren callar. A los dos días encontraron a un chico ahogado. Primero fue mi hijo y no le quisieron tomar la denuncia, le dijeron que él no tenía derecho. Cuando les preguntó por Ismael Sosa se tiraron abrieron grande los ojos y se pusieron temblorosos. Después cuando el pidió una fotocopia le dijeron que eso no era una denuncia, sino un descargo.
Facundo, el hermano de Ismael, empezó a sentirse vigilado cuando salió de la comisaría. “Percibió que lo controlaban demasiado y que le estaban pisando los talones. Un policía le preguntó si no tenía dónde ir y le dijo acá enfrente hay un camping: con eso le dijo o te vas o te pasa lo mismo. Mi hijo se asustó y me dijo está feo y acá no me puedo quedar. Entonces fui yo” dijo Nancy.
La prima de Walter Bulacio
La prima de Walter Bulacio es amiga de Nancy y la acompañó a Córdoba (Walter, a los 17, fue asesinado en una razzia policial en 1991, durante un recital de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota). “Justo en el momento que íbamos a salir e iba a haber una marcha acá me hicieron un llamado oculto: dijeron que ese cuerpo encontrado era de mi hijo y que la fiscalía estaba demorando porque el gobernador De la Sota no quería que muestren la verdad. Porque al cuerpo de mi hijo lo encontraron en embalse, después lo trasladaron a Rio Tercero, después a Santa Rosa y de ahí a Córdoba Capital. Para mí que esta mujer anónima trabaja en la morgue”.
Marcela Monzón, prima de Bulacio, ayudó a Nancy y a la hermana de Ismael en el reclamo: “Ahora tenemos un abogado pero seguramente María del Carmen Verdú se va a ocupar -abogada de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi)-. Esto es tremendo para mí porque hace 24 años pasé algo parecido. Y que pasen las mismas cosas te hace decir ¡basta ya!”
Los testigos dicen que lo vieron cuando lo llevaron a Ismael cuatro policías y un comisario que decía “a este me lo cargo”. Según Nancy cuando vieron la golpiza “un pibe quiso meterse y está internado porque lo quebraron todo. Hay un hotel por ahí cerca y mi hijo saltó el paredón y pidió ayuda. Pero el de seguridad de ahí es el papá del que estaba haciendo el control en la entrada y él mismo se lo entrego otra vez a la policía. Mi hijo no se va a tirar al agua, porque no sabía nadar. A Ismael lo mataron, mi hijo no se ahogó. Nadie puede hablar, no quieren hablar porque tienen miedo. Ahí no hay amenazas, sino que directamente van y te matan. Si declarás te matan”.
La familia todavía no aprobó la autopsia porque no quieren que los forenses locales le intervengan y puedan alterar los resultados que develarán el motivo de la muerte y el título de la causa, que de momento es “actuaciones labradas con motivo de la aparición de un cadáver»
Contra la violencia institucional
Ismael viajó para ver a La Renga desde Merlo -Buenos Aires- a Villa Rumipal, el viernes 23. La localidad cordobesa está en el Valle de Calamuchita, a 115 kilometros de la capital provincial. Fue con su novia Victoria y el sábado, alrededor de las 10 de la noche, se perdieron en la entrada después del primer control policial. La banda de rock pidió colaboración en su página web: “Por favor, todo aquel que pueda aportar algún dato por favor lo comunique a la Fiscalía de Instrucción Río Tercero Córdoba teléfono 03571-434000. Hoy es fundamental toda la ayuda que le podamos brindar a la familia”.
En las plazas del obelisco, además de los allegados a Ismael y seguidores de La Renga, habían muchos familiares de casos de Gatillo Fácil que se acercaron para apoyar el reclamo y además renovar el suyo.
El hijo de Rubén Carballo, que se llamaba igual que él , fue al recital del regreso de Viejas Locas el 14 de noviembre de 2009, en la cancha de Velez. Entre 5 mil y 8 mil personas con entradas en las manos quedaron afuera. “La policía quiso armar una causa y dijo que por querer colarse se cayó de nueve metros de altura al piso. Es una lucha incansable, ya son cinco años, en dos años cambiaron siete fiscales para que la causa no avance. Por suerte pudimos tirar por la borda eso y en la actualidad hay ocho comisarios puestos a disponibilidad y procesados por la muerte de mi hijo, pero el sistema para los familiares de víctimas es muy lento”, dijo Carballo.
Carla Lacorte hace cuatro años quedó en medio de un tiroteo en Quilmes. Una bala policial pegó en su espalda y la dejó en silla de ruedas. Eso no la frena para pedir justicia: “Como víctima de gatillo fácil, como parte del centro de profesionales de los derechos humanos y del centro de trabajadores socialistas, nos movilizamos una vez más ante este nuevo crimen contra Ismael, que nos hace recordar tantos otros”.
“Ni un pibe menos”
La precandidata a Jefa de Gobierno, María José Lubertino, dijo que “por supuesto habrá que investigar pero la presunción y todas las pistas indican que lo mató la policía, así que lo que queremos quienes somos firmantes del compromiso con la seguridad democrática es que haya cambios institucionales y que las fuerzas de seguridad tengan protocolos de intervención y que estén comandadas por civiles que se hagan responsables”.
Leo Grosso, diputado nacional del Frente para la Victoria e integrante de la Campaña Nacional Contra la Violencia Institucional, dijo a Infojus Noticias que lamentablemente una vez más hay que salir a la calle a decir “basta de gatillo fácil y mano dura”. Grosso dijo que, “si bien el hecho no está judicialmente esclarecido, todos los pibes que fueron a ese recital vieron la mala predisposición de la policía de Córdoba para los que participaban del evento cultural. Les pegaron, los empujaron, los maltrataron todo el tiempo y la última vez que se lo vio a Ismael fue con la policía de Córdoba, así que nosotros insistimos que la responsabilidad está ahí”. El militante de Moviento Evita señaló que “hay que dar la vuelta de la página de la historia del gatillo fácil y decir ni un pibe menos, por eso salimos a la calle acá y lo vamos a hacer en todo el país: lo que no se consigue con la justicia y la responsabilidad política de los gobernadores se consigue con la lucha la militancia y el pueblo en la calle”.
El hermano de Pablo Ferreyra, Mariano, fue asesinado por el gatillo fácil de una patota sindical en 2010 mientras participaba de un reclamo por los trabajadores ferroviarios, en representación de la Federación Universitaria de Buenos Aires. La muerte de su hermano reforzó la militancia actual de Pablo contra la violencia institucional y de todo tipo. “Con los antecedentes que tiene la policía de Córdoba y su código contravencional, que le da una cantidad de permisos sobre los jóvenes que siempre son un sector muy estigmatizado, no dejamos de poner la lupa en ese sector policial”, dijo el legislador porteño y militante del movimiento popular Seamos Libres.
Para Verdú de la Correpi “es una situación que remite de manera directa a Walter Bulacio, porque el pibe quería ir a un recital de rock y se cruzó con la policía, y por otro lado resuena la voz de Luciano Arruga. Es probable que si se allanó una comisaria es porque lo último que se supo del chico es que se lo vio detenido por la policía que estaba a cargo del operativo ese día”.