pasos perdidos… Piden más jardines maternales en la Ciudad
Pasos perdidos… Piden más jardines maternales en la Ciudad
La tasa de fecundidad en la ciudad de Buenos Aires es de 1,9 hijo y la edad promedio de las madres porteñas aumentó a treinta años. Pero, además de las enormes inequidades entre el norte y el sur –donde las mujeres tienen más hijos y más jóvenes–, a cualquier edad un hijo/a es una revolución. Pero, en la Argentina, el Estado tiene ex guarderías (ahora se supone que los bebés no se guardan, se cuidan) para siete o diez niños/as y conseguir una vacante es más difícil que lograr dormir una noche entera con una cunita agazapante al lado.
Se supone que las mujeres tienen que ser madres, mujeres y trabajadoras como puedan: con una empleada doméstica, con su madre, su suegra o el fantasma Gasparin, pero no con el respaldo del Estado. Sin embargo, a veces, las ayudas –pagas y no pagas– son las que desaparecen.
Y no hay abrakadabra que valga.
Por eso, es necesario que haya espacios seguros y accesibles para que tener hijos no sea ni sentido ni vivido como un escollo o un malabar permanente para poder trabajar por necesidad o placer. En el debate (realizado durante la anterior gestión porteña) sobre presupuesto participativo, la gran diferencia de género era que las mujeres pedían más lugares para cuidar a sus bebés.
Pero el problema de la falta de espacios preeducación inicial jamás figuró en las agendas mediáticas ni políticas.
Sin demasiado ruido, pero al menos como hecho simbólico, el 9 de junio se llevó a cabo la primera reunión de la mesa de trabajo para la elaboración de una ley para jardines maternales y de infantes, convocada por la diputada porteña María José Lubertino con autoridades de jardines de la ciudad de Buenos Aires y del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), entre otros. El objetivo del proyecto es garantizar el acceso a establecimientos educativos, gratuitos y de calidad, a los niños y niñas de cuarenta y cinco días a cinco años.
Lubertino destacó la importancia de la creación de un Programa de Universalización de la Educación Inicial “a efectos de ampliar y optimizar la infraestructura, el equipamiento y la dotación de recursos humanos del nivel educativo inicial de gestión estatal con el objetivo de promover su acceso universal para niños y niñas y la igualdad de oportunidades y trato hacia la mujer, en el marco de la integración social de la maternidad y la responsabilidad social solidaria del cuidado y desarrollo integral infantil”.
La legisladora acentuó: “El programa propuesto va a intentar satisfacer una profunda y creciente necesidad de brindar educación de calidad y atención especializada a los hijos e hijas de trabajadores, trabajadoras y estudiantes que residan, trabajen o estudien en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en modo independiente que su inserción laboral sea formal o informa, o del nivel de estudios cursados, desde un enfoque universal”.