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Polémica campaña del PRO mientras en la Ciudad sube la mortalidad por sida

En Tiempo Argentino. Por Florencia Halfon-Laksman. 

Una mano femenina cierra su vagina con un cierre, ayudada por la cinta roja que simboliza la lucha contra el sida. «PROtegete», puede leerse arriba, grande, con el fondo amarillo del partido que gobierna la Ciudad de Buenos Aires. La idea forma parte de un folleto de la Juventud PRO de Córdoba, que fue distribuido en los últimos días como parte de una campaña de prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). El volante despertó polémica, sobre todo en redes sociales, por apuntar a la abstinencia como el mejor recurso para evitar el contagio, y se suma a las alarmantes cifras porteñas en la materia: 2013 fue el primero de los últimos seis años en que creció la tasa de mortalidad por sida en la Ciudad.
«Qué polémico este flyer de @jovenesprocba! Me encantó la iniciativa», tuiteó Yamil Santoro, secretario de la agrupación a nivel nacional. Su mensaje provocó cuestionamientos en las redes, a los que Santoro respondió con una nueva serie de tuits, entre los que aseguró promover «el goce responsable del sexo» y aclaró que no es su posición «ni la de ningún joven PRO que conozca, promover la castidad o la continencia como método de prevención», para terminar diciendo: «Cuando subí el flyer no interpreté el mensaje complicado que pudo tener lugar, asumo mi error y lamento la polémica.»
La viralización de la imagen del folleto y la seguidilla de «memes» que surgieron al respecto ayudaron a impulsar, poco después, un mea culpa desde la cuenta de los jóvenes macristas cordobeses: «Pedimos disculpas si ofendimos a alguien con nuestra campaña de prevención del VIH. Nuestro único objetivo es concientizar sobre el tema.»
María José Lubertino, legisladora porteña (mandato vencido), emitió un comunicado titulado «Saquen sus cierres de nuestras vaginas», en el que habla del «desafortunado mensaje que recuerda al medieval cinturón de castidad», y además denuncia que, en la Ciudad de Buenos Aires, «el PRO no cumple con la ley de educación sexual en las escuelas ni controla el cumplimiento de la ley de preservativos gratis junto con la entrada de los boliches».
Tal como vienen haciendo distintos legisladores de la oposición porteña, Lubertino señala que el Poder Ejecutivo de la Ciudad «destina sólo el 0,001% del Presupuesto a educación sexual». Esto será aún menor el año que viene, según se desprende del presupuesto presentado ante la Legislatura por la ministra de Salud Graciela Reybaud a principios de mes. Mientras que en 2009 el presupuesto de su cartera representaba el 23,9% del total, en 2015 se proyecta un 19,5%, similar a lo que se terminaría ejecutando este año y que representa el porcentaje más bajo de los últimos diez años. En ese terreno, el último informe oficial del gobierno macrista (de la Dirección General de Estadísticas y Censos del Ministerio de Hacienda de la Ciudad), difundido el mes pasado, indica que, de 2012 a 2013, la tasa de mortalidad por sida subió de 3,5 (cada 100 mil personas) a 4,6, lo cual representa el primer aumento de dicha cifra en los últimos seis años.
Las estadísticas porteñas comparan la evolución de la enfermedad en todo su territorio a partir de 1990. Como explica el informe, «la tasa promedio de mortalidad por sida de la población de la ciudad durante la década de los ’90 fue de 12 por 100 mil, siendo su nivel superior a la tasa promedio del total del país (4 por 100 mil). El nivel de la ciudad se reduce durante la década siguiente, registrando una tasa promedio de 7 por 100 mil, mientras que el total país se mantiene en 4 por 100 mil», lo cual también indica su estancamiento a nivel nacional. En el trabajo porteño se subraya que, «a partir de 1997 comienza a descender, llegando en 2012 a 3,5 por 100 mil, año en que tiene el mismo nivel que el total país» y también queda claro que la estadística «registra un leve repunte en 2013».
A pesar de reconocer ese aumento en la mortalidad, y de que algunos especialistas aseguren que ello pueda deberse a inconvenientes en el método de recolección de datos, el informe del gobierno porteño no se detiene en esa suba porque se dedica a comparar las tasas en dos períodos: 1995/1999, donde se registró el mayor nivel de mortalidad por sida, y 2010/2013, en cuyo contraste el último año no aparece como preocupante.
Lo mismo ocurre a la hora de analizar las comunas más afectadas. Los especialistas que realizaron el estudio entendieron que «la tasa de mortalidad por Sida no se distribuye en forma homogénea dentro de la ciudad», y para ello compara la tasa promedio del período 2006/2009 con el de 2010/2013. Por ese motivo, la conclusión del trabajo es que “la mortalidad por sida disminuyó en todas las comunas”.
Sin embargo, si se tiene en cuenta el registro del último año, en lugar de analizar el promedio de los anteriores, comunas como la 1 (que integran los barrios de Constitución, Monserrat, Puerto Madero, Retiro, San Nicolás y San Telmo) o la 8 (Villa Lugano, Villa Riachuelo y Villa Soldati) subieron sus tasas de modo considerable. En el caso de la 1, pasó de una tasa de mortalidad de 6 por cada 100 mil personas en el año 2012 a una de 13,9 un año más tarde; y la comuna 8 subió de 5,7 a 8,2.
Si bien el Sida figura como la causa básica de la defunción por la baja en el sistema inmunológico, las principales razones de las muertes en la Capital están vinculadas a tuberculosis, insuficiencia respiratoria, septicemia y neumonía. «

 

 

 

cifras
del sida, por sexo y edad

 

 

 

Sobremortalidad masculina: en los años ’90, la tasa promedio de los varones más que quintuplicaba la de mujeres (21 a cuatro). Desde 1994, se incrementó el nivel de mortalidad de las mujeres. La brecha, sin embargo, continúa existiendo (7,5 a 2,1).
Repunte en adultos: las tasas más altas se ubican en los grupos etarios de 25 a 29 años y de 30 a 34. En los últimos años, la situación se intensificó en el grupo de 40 a 49 años.
Mejores tratamientos: a partir de la década del ’90 se incorporaron tratamientos combinados que mejoran la calidad de vida de los infectados y retrasan la aparición de otras enfermedades.

 

 

 

un cuidado hecho ley

 

 

 

La prueba de VIH no es obligatoria pero es recomendable. El Estado garantiza, a través de la Ley Nacional de sida (23.798), el acceso gratuito y confidencial al diagnóstico, al tratamiento antirretroviral, y a la asistencia de salud integral que derive de la serología positiva de una persona. El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) afecta las células inmunitarias, que son las que protegen de las enfermedades, lo cual facilita que se produzcan otras. Las personas con VIH pueden no desarrollar sida y mantener la enfermedad de manera crónica, a través de un tratamiento, que no cura la infección pero la lentifica y no destruye las defensas.
La única manera de prevenir la transmisión en las relaciones sexuales es usando preservativo. La infección por transmisión sanguínea se previene evitando compartir equipos de inyección. El Ministerio de Salud de la Nación ofrece una línea gratuita de consultas: 0800-3333-444.

 

 

 

VIH por barrio

 

 

 

13,9 % es la tasa de mortalidad por sida registrada en 2013 en la comuna 1. En 2012 era de 6 cada cien mil. La tasa promedio nacional es de 4.

 

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