SINTESIS DEL 18/09/2010
18/09/2010 Perfil – Nota – Sup. El Observador – Pag. 52
Proyecto de ley en capital federal
¿Hay que prohibir los juguetes bélicos?
El radicalismo presentó un proyecto de ley que busca impedir la venta de juguetes bélicos en la Ciudad de Buenos Aires, y abrió un arduo debate. Mientras algunos sostienen que promueven la violencia, un texto del filósofo Umberto Eco afirma que esas “armas” no son juegos en sí mismos, sino que favorecen en los niños la comprensión del mundo que los rodea.
Por Laura Gambale
¿Jugar con tanques y aviones de guerra de juguete vuelve violentos a los chicos? Quienes de chicos tuvieron una pistola de cebita ¿adoran después las poderosas Magnum y salen por ahí matando gente?
Estas son algunas de las posiciones en debate en torno a los juguetes bélicos, reavivadas en los últimos días ante la presentación en la Legislatura porteña de un proyecto de ley para prohibir esos juguetes en la Capital Federal. El proyecto, de los radicales Claudio Presman y Rubén Campos, prevé prohibir la fabricación, distribución, acopio y comercialización de juguetes que sean réplicas de cualquier tipo de armamento de guerra (armas de fuego y armas blancas). Los autores de la norma sostienen que la prohibición de juguetes de guerra aborda sólo la “punta del iceberg” de un complejo escenario de violencia infantil.
La violencia se ha instalado en nuestra sociedad como un mal cultural presente en muchos de los aspectos de la vida cotidiana, señala a PERFIL el diputado Presman con relación a los fundamentos de la ley. Y detalla: “Con el proyecto buscamos instalar un debate acerca de cómo cambiar los altos niveles de violencia con los que los chicos conviven a diario. Sabemos que con quitar de circulación los juguetes bélicos no resolvemos el problema de base, pero por lo menos no continuamos fomentando la violencia”.
La iniciativa –que ya ingresó a la Comisión de Desarrollo Económico de la Legislatura– dispone para las jugueterías y negocios que no cumplan la disposición multas de hasta 50 mil pesos, decomiso de mercadería y hasta la posible clausura.
Según las estimaciones de José Castro, gerente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), al país ingresan un total de 15 millones de kilos de juguetes por año, y de éstos sólo un 2 por ciento corresponde a juguetes bélicos. “En los cargamentos de juguetes viene todo junto, es imposible dar números precisos. Lo que sí puedo decir es que se ven muy pocas ametralladoras y armas de juguete y que la mayoría de los padres dejó de comprarlos hace rato”, resume Castro para PERFIL.
“Un arma de juguete o juguetes que representan situaciones bélicas no pueden ser un entretenimiento o pasatiempo para los niños, ya que son réplicas de armas verdaderas, con las que sólo se puede lesionar o matar seres humanos u cualquier otro ser vivo”, dice Presman mientras revisa el borrador y reconoce que para redactarlo no consultamos a psicopedagogos ni psicólogos infantiles. Por un momento, el diputado vuelve a la infancia. Yo también jugué con armas de juguete y eso no me volvió una persona violenta. Igualmente, en mi época (tres décadas atrás), era otro país. Hoy se tornó más inseguro y violento, argumenta. En el borrador del proyecto, se especifica también que en el plazo de un año desde la promulgación de la ley, el organismo oficial que el Poder Ejecutivo porteño designe como autoridad de aplicación, junto con el Ministerio de Educación de la Ciudad, debe instrumentar un plan de recuperación de la mayor cantidad de juguetes bélicos que ya estuvieran en poder de los particulares, y canjearlos por libros y otros juguetes que promuevan el desarrollo de actividades creativas pacíficas.
Consumidores de violencia. Resultaría políticamente incorrecto cuestionar un proyecto que busca promover la paz y el intercambio de armas por libros, ¿no? El intelectual Umberto Eco se atreve. Novelista multifacético, catedrático y reconocido pacifista, expresa su postura frente a los juguetes bélicos a través del texto Carta a mi hijo en su Segundo Diario Mínimo. “He tenido una infancia fuertemente, exclusivamente, bélica. (…) Y creo deber este profundo, sistemático, culto y documentado horror mío hacia la guerra, a los sanos e inocentes desahogos, platónicamente sangrientos, que se me concedieron en la infancia.” Eco no duda en regalarle armas de juguete a su hijo, porque “un fusil no es un juego, es el punto de partida de un juego. Descubrirás que el juego vale por lo que le pones dentro, no por lo que ya encuentras ya confeccionado. Te limpiarás de rabias y tensiones y estarás dispuesto a acoger otros mensajes que no contemplan ni muerte ni destrucción”, redacta el catedrático italiano. “Umberto Eco escribe bien, sin embargo su buena pluma nos hace trampas cuando pretende justificar que el uso de juguetes bélicos por parte de los niños los apartará el día de mañana de los juegos de guerra y abominables violencias de adultos”, dice a PERFIL María José Lubertino, legisladora porteña y vocal de la Comisión de Desarrollo Económico. “Yo soy partidaria de la no violencia en todas sus formas –continúa Lubertino–, por eso no acuerdo con lo que defiende Eco cuando menciona que descubrió que Eichmann no jugó con juguetes bélicos y terminó siendo el cerebro del Holocausto y que él (Umberto Eco) jugaba con armas y es un pacifista. Obviamente, de dos casos particulares no se puede extraer una hipótesis general, máxime cuando no se contradice con el ejemplo de los niños que jugaron al Monopoly y se transformaron de grandes en especuladores inmobiliarios y despreocupados vendedores de paquetes accionarios”. Y hace hincapié en que todo uso de armas es malo: “Eco defiende dispararles a los traficantes de armas y de alcohol, a los esclavistas y otra serie de causas que considera justas. Pero si bien las causas parecen justas, quienes defendemos la no violencia sabemos que cuando se autoriza el uso de armas siempre los que pierden son los más débiles, inocentes e indefensos”. En este punto, la crítica va dirigida al siguiente fragmento: “En primer lugar, no te enseñaré a disparar a los indios. Te enseñaré a dispararles a los traficantes de armas y de alcohol que están destruyendo las reservas indias. No te haré aprender a tirar sobre los caníbales del Congo, sino sobre los mercaderes de marfil”. Pero por otra parte, sí coincide con Eco cuando le escribe a su hijo: “intentaré darte ideas”, y cuando le explica que “serán juegos que haremos juntos”. “Tal vez allí radique el centro de la cuestión –piensa la legisladora–, en la importancia de comunicar valores a tus hijos y jugar con ellos.”
“Otra causa por la que estoy en contra de los juguetes bélicos –continúa Lubertino–, parte de mi militancia como feminista y de la cuestión de la construcción de roles de género en la infancia. Cuando nacieron mis hijos me pregunté por qu
é algunos juguetes eran para varones y otros para nenas. Por qué se les regalaba un arma a los nenes fomentándoles el uso de la violencia, y una muñeca a las nenas, formándolas como mamás o amas de casa. Yo creo que ningún niño nace con el deseo innato de tirar tiros y que son roles y necesidades que los padres proyectan. De todos modos, sé que por prohibir la entrada de juguetes bélicos no va a parar la violencia en el mundo, pero es simbólicamente una manera de descomprimir esa licencia para matar”.
Desde el sector fabricante de juguetes, Miguel Faraoni, presidente de la CAIJ, dice a PERFIL que está de acuerdo con el proyecto de ley y estima que no cambiará el nivel de ventas ya que la mayoría de juguetes bélicos son importados. En la Argentina no existe una vocación por la fabricación de juguetes de guerra, sino más bien de juegos tradicionales y didácticos. “Los juegos bélicos vienen impuestos por los personajes de moda de la televisión y el cine. De todos modos, no debemos responsabilizar la violencia de los más chicos a los juguetes con lo que juegan. Me parece bien que se empiece por algo, pero hay que seguir”, considera Faraoni. Por otra parte, reflexiona acerca de la sociedad moderna y el rol de los padres. “Todos vivimos muy acelerados y aislados. Las madres trabajan muchas horas, los padres también, y esto hace que sus hijos no reciban toda la atención que necesitan, ni que cuenten con el tiempo que los chicos requieren para jugar con sus padres. Por otro lado, con las nuevas tecnologías, los chicos tienden a aislarse más. No digo que esté mal que jueguen con la computadora, pero también es necesario que estén en relación con otros chicos para que aprenda a prestar, a dialogar y a disfrutar del compartir. El presidente de la CAIJ, por último, remarca que los juguetes que más se venden, además de los personajes de cine y televisión de moda, siguen siendo los juegos tradicionales.
La mirada experta. Para Eduardo Díaz de León, licenciado y profesor en Psicopedagogía, los juguetes bélicos no necesariamente representan un peligro en sí mismos. Lo detalla a PERFIL: “Si este tipo de juguetes son lo único que un niño tiene para jugar y todos sus juegos tienen como eje central la guerra, la lucha, matar…, ahí sí representan un peligro, pues van creando toda una estructura de pensamiento en la que a toda costa hay que eliminar al otro, y eso puede llevarlo a situaciones de agresividad con sus pares”. Entre los principales factores que pueden despertar rasgos violentos en los chicos, el especialista pide atención para lo que ocurre en el seno de cada familia, también en la escuela y en la televisión, y en la calle. Es fundamental la presencia de los padres a la hora de jugar, resalta, y especifica: “Conforme al desarrollo de cada chico se va interiorizando lo bueno y lo malo, se le van mostrando prototipos, empieza a conocer a los superhéroes que ‘luchan’ en contra de los malos. Los juegos de guerra no resultan alarmantes siempre y cuando no sea éste el único tema sobre el cual giren las inquietudes y juegos de un niño”. Con respecto al proyecto de ley, Díaz de León valora la iniciativa, pero aclara que pensar que una ley puede cambiar el nivel de violencia es pecar de ingenuidad.
¿Cuáles serían las principales causas de la violencia en los chicos? Para empezar, la ausencia de los padres, que no necesariamente significa que estén fuera de casa. Pueden estar en el cuarto de al lado, pero sin tener ni idea de qué está haciendo. Otra causa es la exposición ante situaciones violentas, en la televisión o en videojuegos. También influyen los modelos que los adultos dan a diario. Si ante el menor inconveniente reaccionan de forma agresiva, difícilmente se logrará disminuir el nivel de violencia.
Por último, Díaz de León resalta temas que deberían entrar en el debate: la necesidad de acompañamiento y de límites, los contenidos televisivos, la creación de espacios donde los chicos se desarrollen sanamente, alejados de las drogas y la violencia familiar.
“Te enseñaré a jugar guerras muy complicadas”, finalizaba Eco en su carta. “Te desahogarás en tus años mozos, se te confundirán un poco las ideas pero te nacerán lentamente algunas convicciones. Luego, adulto, creerás que todo ha sido un cuento. Pero si, por ventura, cuando seas mayor, existen todavía las monstruosas figuras de tus sueños infantiles, ojalá hayas adquirido una conciencia crítica hacia los cuentos de hadas y aprendas a moverte críticamente en la realidad”. Ojalá se trate de un debate y no de una medida aislada con los chicos de la sociedad.
18/09/2010 Tiempo Argentino – Nota – Sociedad – Pag. 28
La sala Alberdi del Centro Cultural San Martín lleva un mes de toma
La sala es famosa por sus espectáculos y cursos no formales de teatro para chicos. Alumnos y ex alumnos hablan de un intento de privatización. Señalan que es la única medida que fue denunciada judicialmente por las autoridades
Gustavo Sarmiento gsarmiento@tiempoargentino.com.ar
No sólo en la educación de la Ciudad de Buenos Aires hay tomas de establecimientos.
También en la cultura. Desde hace un mes, más de 30 alumnos y ex alumnos de la Sala Alberdi, que funciona en el sexto piso del Centro Cultural San Martín –en Sarmiento y Paraná–, pasan día y noche en el lugar reclamando por su reapertura, en un conflicto que fue judicializado por el gobierno porteño.
La sala Alberdi, que pertenece a la Dirección General de Enseñanza Artística que dirige Marcelo Birman, es conocida por la gran variedad de espectáculos libres y gratuitos ofrecidos durante 25 años, sobre todo dirigidos al público infantil. También cuenta con cursos de enseñanza no formal de teatro para niños y jóvenes.
La decisión la tomaron el 17 de agosto, cuando regresaban de una marcha en la Avenida Corrientes, frente al Teatro San Martín, y al intentar ingresar a la sala fueron golpeados por personal de administración.
Aunque los problemas venían de mucho antes. Así lo relata Lucía, una de las alumnas que integra la Comisión de Alumnos y Ex Alumnos de la Sala Alberdi: “El caso del San Martín es un vaciamiento desde hace diez años, hay una privatización encubierta.
Comienza en el 2006, en el gobierno de (Jorge) Telerman. Nos dieron una orden de desalojo, por decreto de la ministra de Cultura, Silvia Fajre, donde ordenaban que la sala se tenía que ir, sin especificar hacia dónde ni por qué. Es más, a los días vino un arquitecto a tomar las medidas de la sala para ver de cuánto espacio libre disponían.” La intención era crear un centro de arte multimedial, con participación mayoritaria de universidades privadas que, por falta de pago en 2008, quedó sin terminar. Hoy sólo uno de los cuatro ascensores funciona, la entrada de la fotogalería que conecta el Centro y el Teatro San Martín está clausurada, y el edificio se muestra deteriorado.
Esto no impidió que el actual ministro de Cultura, Hernán Lombardi, ratificara el desalojo de la Sala Alberdi, a pesar de que dos años antes la justicia había otorgado un recurso de amparo para que la sala permaneciera donde estaba y realizando las mismas actividades.
En septiembre de 2008 salió el fallo en primera instancia que ratifica “no innovar”, obligaba al Ejecutivo a realizar las refacciones correspondientes en un plazo de 30 días y, de no permanecer en el mismo lugar, debía trasladarse a un lugar de iguales características y en zona céntrica. El gobierno porteño no hizo ninguna remodelación y al año siguiente salió el fallo en segunda instancia idéntico al anterior, acompañado de un informe de bomberos que no refleja problemas graves. “Cuando el director ve el informe dice ‘esto es peligroso, por precaución cierro la sala’, los arreglos nunca se iniciaron, y nos manda a hac
er los cursos a distintas sedes prestadas”, explica Lucía. Este vaciamiento y repartición de los alumnos trajo la disolución de espectáculos, la reducción de talleres (de 30 que eran en el 2005 hoy son sólo 9), como así también el número de asistentes (de 1000 que supieron ser hace cinco años, hoy cursan no más de 150 chicos), sumado a que este año las clases comenzaron dos meses después. Hoy no tienen un lugar similar para que puedan arrancar y las alternativas propuestas no cumplen con todos los requisitos de la justicia.
“Nos importa que tengamos lugar para las obras, porque nos quieren reducir a cursos, y esta sala durante 25 años hizo obras, con 16 elencos por año. Colas de chicos y padres los fines de semana.
Es una sala con capacidad para 200 personas. Llegábamos a 45 mil espectadores por año. Y jamás cobramos una entrada, todo a la gorra.
Estas vacaciones de invierno no se hizo nada”, remarcan los chicos.
“Era un lujo estudiar por nada en un lugar de tanta calidad. Hoy estamos incivilizados, olvidados.
Pero el nuestro encima es un caso histórico, porque a ninguna toma se la denunció como a la nuestra.” La diputada María José Lubertino presentó un pedido de informes.
“No es un problema de la gestión, toda la filosofía del macrismo tiene que ver con hacer negocios privados en espacios públicos, lo más grave fue alquilar el San Martín para un cumpleaños privado, pero también están haciendo fiestas en el planetario.”
“Para ellos, estamos de prestado”
Al reclamo por la reapertura de la sala se le agregó la judicialización del conflicto, cuando el director general de Enseñanza Ar tística, Marcelo Birman, denunció a tres profesores y cinco alumnos por tomar el lugar, considerándola como falta al Código Contravencional.
Hasta el 2008 la sala respondía al director de extensión cultural, Daniel Donato, hasta que apoyó una marcha de los chicos en la calle Corrientes. Josefina Delgado, subsecretaria de Cultura, le dijo: “¿Cuanto le falta para jubilarse?” Él le respondió que la tenía al alcance de la mano. “¿De la mano de quién?”, le retrucó ella. A los pocos días lo sacaron de la carta orgánica, lo forzaron a un retiro voluntario. Y Birman se quedó con la dirección. Lo único visible ahora es un director que te denuncia por defender tus derechos”, relata Gabriela Villalonga, profesora de teatro de la sala, y una de las denunciadas.
“Estábamos acompañando a los alumnos, en la avenida Corrientes, el director nos llamó a la sala, en el sexto piso, cuando subimos y nos tuvo enfrente nos implicó en la toma.
Más allá de apoyarla, estábamos porque él nos había llamado”, agrega. Según su abogado, Guillermo Pajoni, la contravención alude a la permanencia en un espacio privado, tiene que ver con el derecho de admisión, pero ese espacio es público.
El martes pasado se llevó a cabo la mediación entre las partes, sin llegar a una solución, y en unos días saldrá el fallo definitivo, que hasta ahora fue siempre a favor de la sala. “La mediadora dijo que es como si yo en mi casa tuviera personas ocupando el hall, ante ese ejemplo dije ‘entonces privatizaron el edificio’”, acota Villalonga, que no ha cobrado ningún mes trabajado en lo que va del año. “Puede haber una explicitación de lo que hasta ahora se mantuvo implícito: que el San Martín dejó de ser un lugar público. Quieren el edificio vacío, según le escuché decir a la directora del San Martín (Victoria Alcaraz) en la última audiencia. Estamos de prestado.”
“Defendamos este emblema del teatro independiente”
Luis Alí Secretario General Asociación Argentina de Actores.
Enterarnos de la posibilidad del cierre de la sala Alberdi sin asociarlo al proyecto cultural del gobierno de la ciudad, ejecutado fielmente por el ministro Lombardi, que sólo ve a la cultura como un gasto, es imposible. Los hechos que reafirman esta concepción, como el vaciamiento del Canal de la Ciudad, el deterioro edilicio de los teatros que integran el Complejo Teatral de la Ciudad, el uso de sus instalaciones (suspendiendo funciones) alquilándolo para actividades privadas, la precarización laboral de los trabajadores actores, los magros salarios pagados a destiempo, el reciente nombramiento en el FIBA de Darío Lopérfido, funcionario de funesto pasado en la gestión cultural, y ejecutor en el área del tristemente célebre “déficit cero” impuesto por Domingo Cavallo, son apenas una muestra.
La Asociación Argentina de Actores defiende la permanencia de un espacio cultural público histórico como la sala Alberdi, reducto emblemático de los grupos independientes que, como tantos otros actores, sostienen la actividad teatral de la Ciudad de Buenos Aires
18/09/2010 Página 12 – Nota – El País – Pag. 3
Pinchaditas
– Burstein. El PRO atacó nuevamente a la víctima de las escuchas Sergio Burstein, a quien asoció a Aníbal Ibarra. "Burstein fue un testigo de Ibarra en Cromañón", recordó Martín Borrelli. El familiar de una víctima de la AMIA se acercó a la Legislatura el jueves para avisar que no estará el martes, cuando se lo citó a la CIE, porque viajará a la Asamblea Anual de la ONU. Según el ibarrismo, no encontró a Hourest, lo llamó a Eduardo Epszteyn y se reunió con él y con Gabriela Cerruti en el despacho de Ibarra. El PRO se enteró y envió fotógrafos a montar guardia. Cerruti llamó al macrista Martín Ocampo, vicepresidente de la CIE, y lo invitó a acercarse. El legislador le dijo que ya iba y nunca llegó. Ritondo aseguró que Burstein "fue a buscar letra" y consideró que fue "desprolijo".
– La cole. "Esta es la conspiración de los judíos que lo quieren cagar a Macri", bromeó Epszteyn sobre la "confabulación Epszteyn-Burstein" que denunciaron los macristas. Más tarde comentó que se iba para el templo porque ayer a la noche era Yom Kippur. La kirchnerista María José Lubertino -con presentismo a prueba de fallas, aunque no es miembro de la CIE- le preguntó al ibarrista si son "goy-friendly".
– Derrotado. Diego Kravetz volvió a la comisión investigadora tras una semana de ausencia. Estuvo en el Mundial de Tae Kwon Do. El legislador del bloque peronista contó que venció a un escocés, pero que "un inglesito" lo molió a palos. "Me ganó en buena ley. Hizo una pelea más inteligente", relató. La pelea, sin embargo, no le dejó ninguna marca.
– Apropiación. El kirchnerista Juan Cabandié advirtió al principio de la sesión que se debía mantener el control sobre los micrófonos, "porque algunos legisladores, si no, se ven tentados de interrumpir". La profecía se cumplió con Martín Ocampo, quien casi no lo soltó. "No se apropie del micrófono", le reclamó Hourest más de una vez.
CON TESTIGOS, SIN VICEPRESIDENTE
Se reunió nuevamente la comisión investigadora a raíz de la causa de las escuchas ilegales y, finalmente, se pudo consensuar la nómina de los primeros testigos. Además, se ratificaron las autoridades y lo actuado por las mismas, menos en lo que respecta al vicepresidente segundo, Martín Ocampo, quien renunció a su postulación.
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Este lunes por la tarde finalmente se vieron los primeros frutos de la comisión investigadora creada por la Legislatura porteña a raíz de la causa por las escuchas ilegales por la que se encuentra procesado el jefe de Gobierno, Mauricio Macri. Luego de una enorme cantidad de cruces y chicanas, los diputados que componen la misma acordaron la nómina de los primeros testigos.
A instancias del diputado de la Coalición Cívica, Fernand
o Sánchez, y del diputado socialista Julián D´Angelo se decidió que el lunes próximo (a partir de las 11 hs.) se requiera la presencia del fiscal General porteño, Germán Garavano; del titular de Política Criminal del Ministerio Público fiscal porteño, Agustín Gamboa; del rector de la Universidad Tres de Febrero, Aníbal Jozami; del rector de la Universidad Nacional de La Matanza, Daniel Martínez, y de varios funcionarios de segunda línea de esta última casa de estudios.
En tanto, el segundo día designado para tomar testimonios (el martes, también a las 11 hs.) se pedirá la concurrencia de efectivos de la Comisaría Nº 11, donde fue radicada la denuncia; Gustavo Javier Russo, secretario del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 7; el fiscal Jorge Di Lello; el Jefe del Comando Radioeléctrico el día en el que fue efectuada la denuncia por las escuchas y la hija de Sergio Burstein, Glenda.
También fueron incluidos para la segunda jornada, a instancias del diputado Juan Cabandié (Encuentro Popular para la Victoria), Sergio Burstein; y a pedido del PRO, Dora Beatriz Viotti, mamá de Glenda Burstein.
Si bien aún no se estableció la cantidad definitiva de testigos -dado que varios pueden ser impugnados o desestimados y, además se pueden agregar pedidos-, se calcula que serán aproximadamente 180.
Es precisamente por ello que se decidió por unanimidad que sean dos los días en los que se escucharán a los testigos (lunes y martes) y el viernes a las 11 hs. se lleve a cabo la reunión ordinaria de la comisión.
Además, se resolvió requerir documentación e información a distintos organismos públicos y privados, así como también darles un plazo para la respuesta. En el caso de los organismos porteños tendrán tres días hábiles; los nacionales, seis días hábiles; y los internacionales, lo más rápido posible.
Por otra parte, a instancias del diputado Sánchez y a raíz de las impugnaciones realizadas por el PRO a los nombramientos de Gabriela Cerrutti como secretaria y de Martín Ocampo como vicepresidente por no haber sido votados, se procedió a ratificar todas las designaciones, excepto la de Ocampo, porque renunció a su postulación.
Es por ello que el próximo viernes estará como primer punto de la orden del día la determinación de un nuevo vicepresidente.
De todas maneras, previo a la toma de estas decisiones, se produjo un largo e infructuoso debate sobre una propuesta realizada por el titular de la comisión, Martín Hourest, quien promovió el envío de notas a comisiones parlamentarias del Congreso de la Nación y a la comisión mixta de Seguimiento de la Policía Metropolitana, a fin de pedirles colaboración en la investigación.
El PRO, que muchas veces peca de ser más papista que el Papa, cuestionó que esta medida sólo estuviera dirigida a estas comisiones y no se hiciera extensiva a los demás organismos nacionales a los que el macrismo quiere requerir información.
El tira y afloje se hizo eterno y sólo pudo ser resuelto cuando el diputado Martín Borrelli propuso que se giren notas a todos los organismos a modo de presentación de la comisión investigadora y solicitando tengan a bien colaborar con el objeto de análisis de la misma.
Por otra parte, quedó establecido que en las próximas reuniones se evaluarán las impugnaciones, ya que el oficialismo ya presentó varias en torno a algunas listas de testigos de la oposición pero la nómina de testimonios solicitados por el PRO recién pudo conocerse este lunes.
Asimismo, y también a instancias de Hourest, se proclamó que se podrán seguir todas las líneas de investigación que los diputados crean pertinentes, siempre que se ajusten al objeto de la comisión. La sugerencia no fue sometida a votación aunque ningún diputado presente se manifestó contrario a la misma.
CURIOSIDADES
Estuvieron presentes 16 de los 17 miembros de la comisión investigadora. Sólo faltó el diputado Diego Kravetz, quien regresa este martes de su viaje a Inglaterra. De todas maneras, fueron más los legisladores que concurrieron a la reunión. Del PRO asistieron Carmen Polledo, Gerardo Ingaramo y el vicepresidente primero de la Legislatura, Oscar Moscariello; de Proyecto Sur, María América González; y de Encuentro Popular para la Victoria, María José Lubertino, Francisco "Tito" Nenna y Gabriela Alegre.
Lubertino llegó promediando el encuentro y cuando se acercaba a la mesa principal un asesor intentó evitar que se sentara entre los diputados Sánchez y Cabandié, retirando la silla vacía que había entre ambos. De todas maneras, la diputada localizó inmediatamente una silla vacía y la ubicó allí para lamento de quienes habían tratado de impedirlo.
En lo que respecta a Alegre, se la vio muy activa durante toda la reunión. Sin ir más lejos, la incorporación de Sergio Burstein al listado de testigos fue promovida por la diputada, quien no sólo se lo sugirió a Cabandié sino que también lo gritó a los cuatro vientos. Previamente, Alegre había tenido un fuerte cruce con Hourest, al decir que él decidía quién podía impugnar testigos y quién no.
Otro detalle interesante tiene que ver con los resultados de las votaciones. Generalmente los pedidos del PRO son desestimados sólo por la procedencia de los mismos. Eso quedó claro cuando se sometió a votación la propuesta del diputado Borrelli para ampliar de tres a cinco días hábiles el plazo de respuesta de los organismos de la Ciudad a las solicitudes de la comisión. Cuando se votó esa proposición, se desestimó por 10 votos negativos y 6 positivos (los del PRO y del diputado Marcelo Parrilli). Pero cuando Parrilli pidió la reconsideración del tema por considerar que era más adecuado el plazo de cinco días hábiles, su moción obtuvo un voto más (el del diputado Sánchez).
Un párrafo aparte merece la actuación del diputado Cabandié, quien en varias oportunidades habló de las supuestas reuniones que realizan fuera del ámbito institucional algunos miembros de la comisión sin invitarlo. Además, insistió en pedirle a Hourest que él decidiera sobre varios puntos, siendo que el titular de la comisión sólo conduce el trabajo y es potestad de todos los miembros de la misma tomar decisiones.