Sesión en la Legislatura sobre la Ley de Educación Sexual
LEY DE EDUCACIÓN SEXUAL
Clarín, 15/12/04
EL DEBATE SE CENTRO EN QUIEN DISEÑABA LOS CONTENIDOS Y DESDE QUE NIVEL DEBIAN DICTARSE
Se frustró en la Legislatura la ley de educación sexual
Tras una sesión de cinco horas y media, ninguno de los dos proyectos en disputa obtuvo los votos necesarios: hubo muchos en contra y abstenciones. Ahora podría abrirse una nueva discusión.
Horacio Aizpeolea. haizpeolea@clarin.com
La gran expectativa alentada durante más de cinco horas de debate, pasada la medianoche se pinchó como un globo: ninguno de los dos proyectos que pugnaba por ser la ley de educación sexual de la Ciudad pudo imponerse en la votación. En estos casos, la jerga parlamentaria sentencia "la ley se cayó". Técnicamente, el año próximo los legisladores podrían volver a presentar éstos u otros proyectos y recomenzar la discusión. Queda ahora ver si los legisladores volverán a cargar con el tema.
Desde temprano se anticipaba una votación reñida: cada grupo hablaba de tener "entre 25 y 28 votos a favor". Pero en los pasillos, al promediar la tarde, una tercera opción empezó a cobrar fuerza: ¿qué pasa si hay una gran cantidad de abstenciones?
Temprano, el vicepresidente de la Legislatura, Santiago de Estrada, había explicado a Clarín que el proyecto a aprobarse debía contar "al menos con 31 votos válidos". Esto significa, por ejemplo, que un proyecto podría resultar aprobado con 25 votos a favor y 6 en contra, pero no con 25 votos a favor y 6 abstenciones. Clarín consultó esta alternativa con el veterano diputado socialista Norberto La Porta: "El reglamento puede interpretarse de esa manera y así viene haciéndose", dijo. Y eso fue lo que ocurrió:
Primero se sometió a votación el proyecto impulsado por los kirchneristas Ana María Suppa y Diego Kravetz y por la macrista Florencia Polimeni: tuvo 28 votos negativos y 24 a favor, con lo que fue rechazado.
Luego le llegó el turno a la iniciativa de los macristas Santiago de Estrada, Juan Carlos Lynch y Jorge Enríquez. Aquí se produjo la sorpresa: hubo 26 votos a favor, 3 negativos y 23 abstenciones. Es decir, el proyecto no logró reunir 31 votos válidos. Así, quedó sin ser aprobado.
La ibarrista Laura Moresi, ya terminada la sesión, comentó a Clarín que "el resultado muestra lo que veníamos diciendo: faltaba equilibrio entre las dos propuestas, por eso ahora hay que empezar a discutir un proyecto en base al consenso". Moresi, junto a su compañera del bloque Frente Grande, Alicia Caruso, votó en contra de los dos proyectos.
Santiago de Estrada también habló: "Estoy tranquilo. Si bien perdió mi proyecto, nuestra intención era que no ganara el otro. Cumplimos con nuestro objetivo." Diego Santilli, también macrista, agregó: "Es increíble, el grupo de Suppa no cumplió con el acuerdo de votar a favor y en contra, sin caer en la abstención." Más furioso, Enríquez concluyó que "ahora se ve bien quién quería una ley y quién no".
En tanto, Diego Kravetz aclaró que si bien él estaba a favor de votar en contra del otro proyecto, "nuestro grupo decidió ir por la abstención".
El debate marcó con claridad la diferencia central que separaba a los dos proyectos:
Una iniciativa proponía que fuera el Estado el que dictara los contenidos sobre educación sexual. Este era el proyecto de Suppa, Kravetz y Polimeni. Los bloques de izquierda, el socialismo, el ARI, la macrista Soledad Acuña y algunos legisladores independientes se alinearon —varios con críticas— tras esta propuesta, que además apuntaba a incluir la educación sexual desde el preescolar, con contenidos progresivos y graduales, de acuerdo a la edad de los alumnos.
El otro proyecto ubicaba al Estado en un rol secundario: los contenidos de la enseñanza sobre educación sexual debían ser consensuados entre padres y docentes de cada comunidad educativa y se dictarían desde 7° grado. Esta era la iniciativa de De Estrada, Enríquez y Lynch, del bloque Juntos por Buenos Aires, aliado del macrismo. Esta posición fue apoyada por el macrismo, el Partido de la Ciudad (aliado al ibarrismo), la diputada Mirta Onega y los tres diputados de Recrear (lopezmurphysmo). Entre los primeros en hablar, el diputado Chango Farías Gómez ya había explicitado su abstención.
La discusión sobre estos proyectos arrancó a las 19, después de que los diputados homenajearan a la legisladora Vilma Ripoll (ver Renuncia). Fuera del Palacio Legislativo, ya desde el mediodía, se alinearon unos cuarenta policías de la Guardia de Infantería, en prevención de posibles incidentes. Pero los grupos que protagonizaron choques la semana pasada en el Teatro San Martín, a raíz de la charla programada por la doctora holandesa Rebecca Gomperts sobre políticas de salud reproductiva, faltaron a la cita del imprevisto final.
INFORME: Elena Peralta