Ciudad de devastados y solidarios corazones

La ciudad de Buenos Aires ha sufrido una de las peores inundaciones de su historia, y ha despojado a miles de familias de sus casas, muebles, electrodomésticos y otras pertenencias caras a sus sentimientos. Más allá de las pérdidas materiales, para cuya recuperación hemos presentado un proyecto de ley que exime del pago del ABL a los damnificados/as y agiliza el otorgamiento de un subsidio, el temporal ha dejado al descubierto la ausencia de un Estado que abandonó a su suerte a los vecinos/as, quienes una vez más han demostrado que la cadena de la solidaridad ha superado ampliamente a la ineptitud de la dirigencia gobernante 

La devastación de la Ciudad y la desgracia que han padecido miles de vecinos/as no permite otra cosa que trabajo, sacrificio, ayuda solidaria y proyectos que modifiquen esta triste realidad que en los últimos cuatro años se ha transformado casi en un padecimiento habitual para los porteños/as…

No es la hora de la política. Es la hora de la gente. Y nosotros, quienes asumimos una responsabilidad ante los vecinos/as, no podemos estar ausentes en estas circunstancias. Tenemos que estar a su lado, ayudando, limpiando y a la vez pensando en como encontramos soluciones estructurales.

Pero esas soluciones definitivas llegarán cuando el gobierno PRO priorice a la gente por sobre los actos publicitarios, cuando en vez de gastar millones de pesos en avisos para radios y televisión modernice las redes pluviales, arregle los desagues y concrete los entubamientos que el propio Macri, en sus spots publictarios, prometió para el 2011.

El presupuesto asignado al Jefe de Gobierno ha mostrado un claro descenso en las partidas presupuestarias para recursos hídricos y un impresionante aumento en la pauta publlicitaria. 

En el 2011, el PRO invirtió sólo un seis por ciento del presupuesto asignado a obras y ejecutó el 96 por ciento destinado a publicidad. En lo que va de este año, utilizó solo el 20 por ciento de la partida para obras y un 277 por ciento de la partida para  publicidad. 

O sea, cada vez se está invirtiendo más en publicidades innecesarias y menos en la prevención de los fenómenos climáticos. 

La ciudad está colapsada. Los vecinos/as no necesitan que le digan que linda que está Buenos Aires. Necesitan hechos, no palabras, necesitan que les solucionen sus problemas de fondo, no que se maquille todo y que se esconda la basura debajo de la alfombra 

La diferencia entre lo urgente y lo importante parece de difícil entendimiento para un gobierno que sólo maquilla y pauta publicidades. 

Y más allá de los acusaciones que Macri lanza al voleo contra el Gobierno Nacional, lo cierto es que Buenos Aires necesita obras, gestión y soluciones. Evidentemente, los vecinos/as de la ciudad han demostrado en este temporal su enorme corazón solidario, su bondad y su predisposición para ayudar al próijmo, y ha tomado un rol que obviamente le corresponde al Estado, ese Estado que sigue preocupado por las carreras de TC televisadas, mientras miles de personas pierden sus casas, sus cosas y sus corazones se desgarran cada vez más. 

Es hora de que la Legislatura porteña se ponga los pantalones largos y exija al gobierno de la Ciudad el cumplimiento de las obras. Es hora de que tomemos el toro por las astas y que, entre todos, aportemos las soluciones de fondo que los vecinos/as reclaman a gritos. Honremos nuestro cargos, porque quienes no lo hagan seguro pagarán caro el precio de la historia. 

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