El silencio, el mejor aliado del bullying

Por María José Lubertino

Titular del Observatorio de Derechos de las Personas con Discapacidad del Consejo Nacional de Políticas Sociales de la Presidencia de la Nación .

 

El bullying es un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresión física de un/os niño/s hacia otro/a, que se convierte en blanco de reiterados ataques.
Es sinónimo de hostigar y tiene determinadas características que es importante definir y delimitar: Es una conducta agresiva deliberada, que implica un desequilibrio de poder o de fuerza (Nansel et al., 2001; Olweus, 1993). Debido a la diferencia de poder, al chico/a acosado/a le resulta difícil o imposible defenderse. El acoso escolar se repite una y otra vez en el transcurso del tiempo. El dolor del hostigado/a es sostenido, no se limita al momento del ataque. Es fundamental la presencia de testigos que aprueben el maltrato activa o pasivamente.
El mayor aliado del bullying es el silencio. Los/as chicos/as realizan estas acciones fuera de la mirada del adulto/a y nadie se anima a denunciarlas.
El acoso escolar es una forma de maltrato, no es un conflicto.
No es bullying una pelea aislada en el patio o no invitar a la casa a jugar o discutir por fútbol o peleas entre dos grupos. No es bullying no querer ser amigo/a de alguien o sentir que un/a compañero/a no le cae bien, relacionarse “solamente”con dos o tres compañeros/as o no querer ir a un cumpleaños.
Para hablar de bullying debemos indagar acerca de la intencionalidad de las conductas de los/as chicos/as, ver si hay un lider intentando aislar a un/a compañero/a.
EL BULLYING ESTÁ RELACIONADO CON LA DISCRIMINACIÓN, PERO NO SON SINÓNIMOS. Hay conductas discriminatorias que no necesariamente desembocan en bullying. La intervención es diferente.La intimidación puede ser física, verbal o social pero en cualquier caso tiene un componente de maltrato psicológico importante, latente en todos y cada uno de sus formas.
Si sucede no hay que dejarlo pasar: Si sos víctima hay que hablar. Si sos testigo hay que pararlo. Si sos adulto/a hay que intervenir. No debemos los/as adultos/as buscar otro/a culpable y tratar de poner afuera la responsabilidad. Cuando hay bullying el problema es de todos/as.
Hoy hay una ley que propone mecanismos en la escuela para manejar situaciones complejas y hay una guia para ayudar a los/as docentes pero debemos generar nuevas prácticas para que este bagaje se ponga en acción.
Creamos la Red Argentina No al Bullying para articular recursos y herramientas para que nadie se sienta solo/a, para que todos/as tengan un espacio donde ser escuchados/as: los/as chicos/as que pasan por esta situación o los /as docentes y padres/madres que no saben cómo actuar. Diferentes grupos e instituciones nos estamos conectando y formamos nodos en diferentes puntos de países.

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