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El kirchnerismo porteño sueña con volver a convertirse en la segunda fuerza electoral

En La Nación

Sin un candidato fuerte, el kirchnerismo porteño se encamina hacia unas PASO con tres o más participantes como fórmula para ordenar la disputa interna y potenciar el espacio. El objetivo de máxima es recuperar el segundo puesto, relegado en 2013; el de mínima, mantener el piso histórico de la fuerza en el distrito, de unos 20 puntos.

En este diagnóstico coinciden los principales actores del Frente para la Victoria (FPV) de la Capital. Pero todos aclaran que todavía no hay nada definido. ¿Por qué? La decisión final es de Cristina Kirchner.

Después de la experiencia de UNEN en la ciudad, que con unas PASO atractivas captó la atención en las primarias de 2013, ahora el kirchnerismo podría recurrir a la misma herramienta. «No nos copiamos de nadie. La ley la inventamos nosotros», aclaran.

La grilla de aspirantes es tan numerosa que antes de llegar a las elecciones primarias, programadas para el 26 de abril, deberán saldarse disputas en el interior de algunas fuerzas kirchneristas. Entre ellas La Cámpora, que tiene como posibles candidatos a Juan Cabandié y a Mariano Recalde. También Nuevo Encuentro, con Gabriela Cerruti y Carlos Heller.

Además lanzaron sus precandidaturas el subsecretario de Relaciones con la Sociedad Civil, Gustavo López; la ex titular del Inadi María José Lubertino, devenida sciolista, y el presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, hombre de confianza de Daniel Scioli. Esta semana se sumó el diputado Roberto Feletti. La nómina la completa Aníbal Ibarra, que con su Frente Progresista y Popular pretende conformar una alianza con el FPV.

Daniel Filmus y Jorge Taiana, dos figuras fuertes del kirchnerismo en la ciudad y a quienes algunos dirigentes siguen contando entre los posibles candidatos, ya avisaron, en público y en privado, que no les interesa la jefatura de gobierno.

La idea es que de los nueve precandidatos sólo tres o cuatro participen en las PASO. El esquema se completaría con una lista única de candidatos a legislador porteño y a las 15 comunas de la ciudad. Es por esta decisión que muchos interpretan que algunas precandidaturas a jefe de gobierno sólo tienen por objetivo asegurarse un lugar en la lista de legisladores.
Cupos reservados

En un escenario de PASO con tres o cuatro candidatos a jefe de gobierno un casillero está reservado para La Cámpora. Compañeros de platea en la cancha de Boca hace cinco años, Cabandié y Recalde aseguran que no están enfrentados y que la decisión le corresponderá a la Presidenta. A Feletti algunos lo ven como candidato a diputado nacional.

También tiene un lugar asegurado Nuevo Encuentro. Martín Sabbatella insiste en que Cerruti y Heller cuentan con las mismas chances y que todavía no se sabe cómo se resolverá la precandidatura del espacio. Un tercer lugar en las PASO lo ocuparía Ibarra. El cuarto sería para alguno de los demás aspirantes.

En ese esquema, y con encuestas en la mano, en La Cámpora ven un panorama favorable. Cabandié o Recalde serían vistos por el electorado como el candidato más cercano a Cristina Kirchner. Esa caracterización es rechazada por el resto de los precandidatos, que se creen tan propios como los camporistas y capaces de ampliar el electorado.

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