Shoa Nunca más
28/01/13. Klaüs Pförtner de Alemania, Sofía Noelly Odynanc de Bélgica, Pedro Buchwald de Croacia, Herta Taubenfeld de Eslovaquia, Hélène Gutkowski de Francia, David Galante de Grecia, Débora Landg de Holanda, Ella Bernath de Hungría, Alejandra Montefiore de Italia, Aron Balbarryski de Lituania, Mánia Zolotow de Polonia, Eva Sonnenschein de Rumania, Raia Piekarska de Rusia, David Hirsch de Suiza….son sólo algunos/as de nuestros/as compatriotas sobrevivientes del Holocausto de los/as que nos enorgullecemos.
Ellos/as son un testimonio viviente de donde la barbarie nazi procedió a la supresión de derechos, la detención y la deportación de judíos/as, gitanos/as y gays/lesbianas/trans trasladándolos/as a los campos de exterminio donde se los/as mató. El 27 de enero se conmemora en todo el mundo por decisión de la ONU auspiciada por el Gobierno argentino el Día de Memoria de las Víctimas del Holocausto. Dediquemos un minuto a la reflexión sobre aquel horror colosal que significó la masacre de millones pero tengamos presente que la Shoa está presente en cada hecho de discriminación cotidiano, en cada pretexto que usamos para ejercer violencia o tratar de someter a otros/as y que no hay delirios políticos de exterminio posibles sin complicidad social y cultural.
Más allá de la evolución del Derecho internacional de los Derechos Humanos contra toda forma de genocidio y del rol movilizador que ha tenido en el marco de las naciones el Holocausto nuevos genocidios se han vivido y otros están transcurriendo. La posición de Argentina como política de Estado es clara en el rechazo de la violencia y toda forma de discriminación o gracias al impulso de Madres y Abuelas es reconocido nuestro rol internacional en la persecución de los crímenes de lesa humanidad y genocidios.
El origen de toda discriminación desde la más leve hasta un genocidio está en la invención de un/a otro/a al que se lo hace depositario/responsable con cualquier pretexto de algún mal real o figurado, por eso debe ser sometido/a, perseguido/a o eliminado/a. Aún hoy en Argentina hay discriminación a los/as judíos/as. Se profanan cementerios de la colectividad, se pintan esvásticas, se confunden posiciones políticas con manifestaciones judeófobas. Y eso debe no sólo avergonzarnos sino comprometernos activamente para reaccionar, para no dejar pasar.
Hemos recorrido un largo camino junto con la DAIA, la AMIA, el Centro Simon Wiesenthal, la Fundación Anna Frank y todas las organizaciones de la colectividades, pioneras en la lucha contra la discriminación, desde el INADI y en nuestra diferentes trincheras y hemos aprendido juntos/as y crecido y sabemos hoy más que nunca q no se extermina la discriminación si sólo se combate la que uno/a padece sino cuando podemos ponernos en el lugar del otro/a, del que está peor que yo. Por eso es tan valioso el trabajo que hacen nuestros/as queridos/as sobrevivientes por que desde sus historias personales podemos explorar las mil y una diferencias y promover una sociedad no meramente tolerante sino q celebra y valora su diversidad. Por aquellos/as que cuentan intentando un mundo mejor y por los/as Justos/as.
Shalom y sepamos escuchar.