El vetador serial ataca de nuevo

Con las nueve que se sumaron en enero de 2013, el vetador serial, Mauricio Macri, ha vetado ya 115 leyes aprobadas por la Legislatura porteña, muchas de ellas votadas incluso por el bloque del Pro. Puede sonar a un simple y frío número, pero si nos interiorizamos de cada uno de los casos en particular, vamos a comprender plenamente la gravedad de la situación.

 

El veto, que debería ser un recurso restringido y esporádico, para Macri se ha transformado en una manera sistemática de desconocer y avasallar la dinámica de poderes de un gobierno democrático. En numerosas ocasiones ha vetado leyes sin que hubiera razones de fondo para hacerlo y, sin ir más lejos, reconoció hace unos días haber vetado normas sin saber qué eran, para alcanzar el colmo de la vergüenza. Pero como decíamos, lo más grave de este abuso sistemático del poder de veto no es la cantidad sino el contenido de las leyes que han corrido esta suerte.

 

Hemos relevado detalladamente los vetos de Macri y surge enseguida un hilo conductor: todas las leyes vetadas están vinculadas con cuestiones sociales, políticas de derechos humanos, lugares públicos, espacio verde, con las personas que menos tienen, con temas de salud, educación y vivienda. Uno de los más llamativos y escalofriantes, por ejemplo, es el veto a la ley de Mariana Bustos. Se trata de un proyecto de mi autoría, que busca indemnizar a esta mujer y a su marido por haber sufrido las consecuencias de una obra (una de las tantas) no controlada como corresponde por el Gobierno de la Ciudad.

 

Mariana lleva más de un año buscando una solución a su problema, con 3 juicios ganados y uno en curso: su casa, en el barrio de Palermo fue parcialmente electrocutada y atravesada por «fierros» de una construcción lindera, todo ello evidentemente sin controles adecuados del Ministerio de Desarrollo Urbano y de la AGC (Agencia Gubernamental de Control), ya que para peor es una obra que supera el límite de altura permitido en el lugar.

 

Macri pretende escudar su inhumanidad y su incapacidad para prevenir situaciones de inseguridad y riesgo para la vida de las personas, calificando el caso como un problema entre particulares y desentendiéndose de su responsabilidad, después de haber producido un gravísimo daño. Hasta el día de la fecha, Mariana no ha recibido ningún tipo de ayuda, pero no bajaremos los brazos y, de mantenerse la situación, iniciaremos una denuncia penal contra Macri por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Otro de los vetos delicados es a la ley de Empresas Recuperadas. Fue un proyecto que apoyamos fervorosamente desde nuestro bloque, al que introdujimos todas las modificaciones que el Pro solicitó y que involucra a más de mil familias. En el mismo, no pedíamos que expropiaran a las empresas sino que les dieran continuidad, a través de un Estado presente que apoye el trabajo de estos/as trabajadores/as, para volver a poner en funcionamiento estos emprendimientos, en muchos casos con recursos provistos por el Gobierno Nacional, a través de los Ministerios de Trabajo y de Producción.

 

En el caso del veto injustificado a la ley Construcciones Sustentables, un proyecto de mi autoría que establece normas de eficiencia energéticas en 
edificios, se pone en evidencia el doble discurso del macrismo, que repite incesantemente «Ciudad Verde» como slogan publicitario, pero que cuando hay leyes concretas en la materia las bloquea, las veta o las incumple. Habíamos trabajamos muchísimo en esta ley durante tres años, con todas las cámaras empresarias del sector, la Sociedad Central de Arquitectos, el Centro Argentino de Ingenieros, facultades, expertos/as en ambiente y con el propio ejecutivo de la Ciudad y su agencia ambiental. Recogimos todas las sugerencias, trabajamos con todas las fuerzas políticas y la ley se votó por unanimidad. Por supuesto que también en este tema insistiremos.

 

Los vetos de Macri afectan la calidad de vida de muchos porteños y porteñas en temas concretos y reales. Pero en el trasfondo, el uso sistemático de este recurso desnuda además una concepción autoritaria del gobierno y de la política, que desconoce los acuerdos y no respeta la división de poderes, protegido por un blindaje mediático que minimiza y esconde estas cuestiones en aras de instalar falsas polémicas.

 

Para acceder a mi informe completo sobre las leyes vetadas por Macri:
http://bit.ly/119s0Pv

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